miércoles, abril 24, 2024
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El presidente alemán Gauck renuncia a otro mandato y complica a Merkel

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El presidente federal alemán, Joachim Gauck, anunció este lunes que desistirá de presentarse el año próximo para un segundo mandato alegando razones de edad y agregó otro quebradero de cabeza a la canciller Angela Merkel, que deberá buscarle sucesor mientras prepara la campaña para los comicios generales de 2017.


«Hoy les quiero comunicar que he decidido no presentarme para un segundo mandato. Esta decisión no me ha sido fácil porque es un gran honor servir a la República Federal de Alemania», dijo Gauck, un antiguo pastor protestante y activista de derechos civiles en la extinta Alemania comunista, de 76 años.

«No puedo garantizar la energía y la vitalidad necesarias para un nuevo periodo de cinco años», explicó en una breve comparecencia ante la prensa en el Palacio Bellevue de Berlín, sede de la Jefatura de Estado de Alemania.

Gauck asumió la presidencia de Alemania en 2012 y desde entonces ha sabido granjearse la simpatía de los alemanes. Una reciente encuesta arrojó que un 70 por ciento quería que continuase en el cargo.

El presidente alemán tiene competencias limitadas y ejerce una función más bien protocolaria. Cobra importancia en caso de ser disuelto el Parlamento o de quedar un gobierno en minoría.

La decisión, en torno a la cual ya se especulaba durante el fin de semana por una información de prensa, desató los rumores sobre los posibles candidatos a sucederlo en la elección que tendrá lugar en febrero, pocos meses antes de los comicios generales.

Entre los nombres que se barajan figuran el del presidente del Parlamento alemán, el democristiano Norbert Lammert, el ministro de Finanzas, el también conservador Wolfgang Schäuble, y el titular de Relaciones Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier.

El presidente es elegido en una votación secreta por la Asamblea Federal, un organismo integrado por todos los diputados de la Cámara Baja e igual número de representantes de los 16 estados federados, entre los cuales suelen figurar personalidades de la cultura o el deporte. La elección será celebrada el 12 de febrero de 2017.

Sin embargo, esta votación es considerada también una prueba para quien lidera el gobierno, en este caso Merkel, cuya popularidad ha caído mes tras mes por la decisión de abrir las puertas del país a la ola de refugiados del Cercano Oriente y África.

Las uniones de Merkel, los socialdemócratas y los verdes favorecían la permanencia de Gauck, no sólo por sus cualidades sino también para evitar complicarse la campaña para las elecciones generales, previstas para septiembre de 2017.

La elección de Merkel de candidatos conservadores a la presidencia ha sido poco afortunada en el pasado. Tanto Horst Köhler como Christian Wulff renunciaron de forma anticipada.

Köhler dejó el cargo tras desatar una fuerte polémica con unas declaraciones en las que asociaba la misión militar de Alemania en Afganistán a la defensa de intereses comerciales. Su sucesor Wulff dimitió tras un año y ocho meses al solicitar la fiscalía su desafuero por sospecha de tráfico de influencias.

Gauck fue el candidato propuesto por socialdemócratas y verdes en la elección de 2010, en la que se impuso Wulff. En 2012, la canciller acabó aceptando a Gauck después de que su propio socio de gobierno en aquel momento, el Partido Liberal, se pronunciase de forma sorpresiva y cerrada a favor del ex pastor protestante.

«En primer lugar, hubiera querido que continuase en un segundo mandato y en segundo, respeto naturalmente la decisión del presidente», dijo Merkel. «No vamos a hablar solamente entre la CDU y la CSU. También mantendremos conversaciones con otros partidos», agregó la canciller.

Durante su gestión Gauck demandó una mayor responsabilidad y protagonismo de Alemania a nivel internacional. «Esta Alemania es buena, la mejor que conocemos», dijo ante la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2014 en el discurso más importante de su gestión, en el que llamó a los germanos a no desentenderse de lo que ocurre en el mundo. «El envío de tropas puede ser necesario a veces».

También llamó a la solidaridad en la crisis de los refugiados, pero al mismo tiempo advirtió de no dejarse llevar por un optimismo ingenuo. «Nuestro corazón es grande. Pero nuestras posibilidades son limitadas», recordó el 3 de octubre de 2015, día de la reunificación alemana.

Berlín, 6 jun (dpa)

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