sábado, abril 20, 2024
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El Siglo de Oro español «revoluciona» Berlín

berlin-1028980_1920Diego Velázquez, Bartolomé Esteban Murillo, Francisco de Zurbarán… el Siglo de Oro invade la Gemäldegalerie en el proyecto más ambicioso de la pinacoteca de Berlín con un objetivo claro: mostrar «la riqueza del arte español».

La exposición, titulada «El Siglo de Oro. La era Velázquez» y que podrá verse desde el 1 de julio hasta el 30 de octubre, pretende descubrir al público artistas desconocidos en Alemania como, por ejemplo, Alonso Cano y Juan Sánchez Cotán.

«En Alemania, el arte español se conoce muy poco y menos el del siglo XVII. Conocen nombres como Velázquez o El Greco, pero Murillo ya les es desconocido», explica María López-Fanjul, comisaria de la muestra junto con Roberto Contini, durante la presentación a la prensa española en Berlín.

«Ha sido un reto muy grande volver a repensar el arte de nuestro país con unos ojos que están a 2.000 kilómetros de distancia y no solamente en kilómetros terrenales, sino también ideológicos, políticos, religiosos», agrega sobre la exposición, que engloba más de 130 obras, de las cuales aproximadamente un 70 por ciento viene de España.

La idea comenzó a ponerse en marcha en noviembre de 2012 y tras casi cuatro años de duro trabajo consiguió ver la luz en la capital alemana para después partir rumbo a la Kunsthalle de Múnich.

 

«Fueron años de trabajo intenso con las distintas instituciones, tanto españolas como de todo el mundo, para poder contar con la que es la mayor exposición temporal de la Gemäldegalerie que se ha hecho hasta ahora», explica el director general de los Museos Estatales de Berlín, Michael Eissenhauer.

Entre las obras más complicadas de conseguir se encuentra el cuadro de El Greco «La inmaculada Concepción», de la Parroquia de San Nicolás de Bari, para la que tuvieron que mantener dos años de conversaciones con la Catedral de Toledo.ocidos. Hay colecciones privadas, museos conocidos y menos conocidos», indica López-Fanjul sobre las instituciones que han prestado obras y entre las que se encuentran desde el Museo del Prado de Madrid hasta el Museo de Pontevedra, así como museos internacionales como la National Gallery of Art de Washington o el Rijksmuseum de Ámsterdam.

La idea de la exposición, que en opinión de la comisaria va a ser toda una «revolución», es mostrar «la riqueza del arte español en el momento».

«Obviamente presentamos a los grandes maestros conocidos, pero estoy convencida de que esta exposición saldrán otros grandes maestros para los alemanes. Por ejemplo, Alonso Cano es completamente desconocido en Alemania, pero sus obras fascinan a todos los que las ven», asegura sobre el artista, del que se expone «El descenso de Cristo a los infiernos», entre otras.

La exposición comienza con un recorrido cronológico y regional y después se divide por temática (paisaje, retrato, pintura y escultura). A lo largo de la misma se mezclan en todo momento disciplinas para hablar del diálogo que hubo desde el principio entre todas las artes.

Un ejemplo de ello es un ejemplar de la segunda edición en alemán, de 1683, de «El Quijote», de Miguel de Cervantes, que se expone junto a obras de El Greco y Velázquez para hacer entender al visitante las uniones entre los diferentes artistas. «Los unos se necesitaban a los otros para llegar a ser lo que fueron», explica la comisaria.

Asimismo, el visitante se adentra en el Siglo de Oro organizado por colores: el rojo para Castilla, el verde para Andalucía y el azul para Valencia, «para que la gente ya sepa en qué región va a estar con un primer vistazo».

A lo largo de la muestra se cuenta lo que fue la España del momento y el uso propagandístico de la obra de arte, tanto para ensalzar la figura del rey Felipe IV -el coleccionista más importante del siglo XVII-, misión a cargo del Conde Duque de Olivares, como para emplearse como instrumento político-religioso de la contrarreforma.

De Francisco Pacheco en Sevilla a Vicente Carducho y Velázquez en la Corte o Zurbarán, a quien Velázquez invitó en un par de ocasiones a visitar la Corte de Felipe IV y de quien se pueden ver «Santa Margarita de Antioch», «San Francisco de Asís según la visión del papa Nicolás V» y «Retrato de Don Alonso Verdugo de Albornoz».

Una de las obras que destaca también en la exposición es el paso de Semana Santa, de Gregorio Fernández, del Museo Nacional de Esculturas de Valladolid, formado por cinco esculturas y que se sigue sacando en procesión, por lo que tiene que volver antes de la próxima Semana Santa.

Posteriormente, en las salas ordenadas por temáticas se puede ver, entre otras, el «Embajador danés», de José Antolinez, y «La familia del artista», de Juan Bautista Martínez del Mazo, dos de los tres retratos en grupo más famosos de esa época. El tercero es «Las Meninas», de Velázquez, que no se presta.

«La gente viene un poco predispuesta de lo que es el arte español y la religión. Aquí van a ver otra cosa. Van a ver que el arte español del siglo XVII si se caracteriza por algo es por la amplitud de temas, técnicas, grandes maestros», resume la comisaria.

«No solamente es pintura, es también escultura, es también dibujo, es literatura, es teatro, es música y además de Velázquez, Zurbarán o el Greco, hay otros muchos nombres que se merecen estar en primera línea y que lo van a estar después de esta exposición», apunta. «Les va a entusiasmar, les va a emocionar», concluye.

Por Almudena de Cabo (dpa)

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