Del 14 al 18 de octubre tuvo lugar la 58° edicíón de la Buchmesse en Frankfurt, la feria del sector más importante del mundo. Este año contó con 7.100 expositores de más de 100 países. Fue visitada por 140.000 profesionales, mientras que unas 300.000 personas disfrutaron de los días de público el pasado fin de semana.
Marcado este 2015 por el asesinato del periodista francés Charlie Hebdo, así como por la oleada de refugiados en busca de un futuro mejor, el director de la Feria de Frankfurt, Jürgen Boos, quiso aportar su granito de arena e invitó a todos a participar en los numerosos talleres y conferencias que abordaban diversos temas con un denominador común: la libertad de expresión. Asimismo, los refugiados que así lo deseasen, tenían acceso gratuito a la feria, amén de disponer de guías en su propio idioma también sin coste alguno.
El premio alemán fue para Frank Witzel y su obra «Die Erfindung der Roten Armee Fraktion durch einen manisch-depressiven Teenager im Sommer 1969». La lista de finalistas se completó con Rolf Lappert, Jenny Erpenbeck, Inger-Maria Mahlke, Ulrich Peltzer, Monique Schwitter, entre otros. También hemos de destacar el Premio de la Paz de los libreros alemanes, que este año recayó en el iraní Navid Kermani, autor de novelas y ensayos sobre el mundo musulmán y quien además destaca por constituir un ejemplo de diálogo del islam con la tradición alemana.
En lo que respecta a la literatura en español, cabe destacar la presencia de países latinoamericanos como Chile, que viene acudiendo desde el año pasado, Colombia, Venezuela, Perú, Argentina o México, cuya participación fue muy comentada por diseño de su estand. España se dejó notar en Frankfurt, y no solo con el castellano. Asimismo, estuvieron presentes otras lenguas españolas como el euskera, que contó con la editorial de literatura infantil y juvenil Ibaizabal; el catalán, con un estand que resaltó la figura de Ramon Llull; y el gallego, arropado por la Asocciación Galega de Editores. En el idioma cervantino, se oyeron nombres como Gabriela Ybarra, con “El Comensal”; Cristina Campos, con “Pan de limón con semillas de amapola” o Beatriz Rodríguez, con “Cuando éramos ángeles”
Indonesia, por otra parte, brilló como protagonista de una feria que decidió apostar por este estado como país invitado. Bajo el lema “17.000 islas de la imaginación”, una delegación de 70 escritores estuvo presente en Frankfurt para el evento. Se trata de un país en el que tiene gran importancia la narración oral y otras maneras de contar historias distintas al libro impreso, como la danza o el canto.
El aumento de la asistencia asiática fue por tanto notorio, con la participación primeriza de Filipinas, que nunca antes había estado en la Buchmesse. Por último, y como curiosidad, cabe citar la presencia de Ken Follet, que fue a la ciudad del Meno para presentar la adaptación a vídeojuego de su celebérrima obra “Los Pilares de la Tierra”.
Fundada en 1949, la feria del libro de Frankfurt está orientada a libreros, editores, bibliotecarios, agentes literarios, autores, docentes, ilustradores, entre otros. Su misión es fortalecer el nombre de la entidad participante, consolidar los contactos existentes, así como crear otros nuevos del sector, establecer nuevos negocios entre distintos países, o la compra y venta de derechos al/del extranjero de las obras.
Finalmente, para aquellos que se hayan quedado con hambre de literatura, han de saber que Leipzig les espera del 17 al 20 de marzo del año próximo. La capital cultural de Sajonia, que tanto inspiró a Goethe, completa, junto a Frankfurt, la fiesta más importante en torno al libro en Alemania.
Borja Bethencourt
@Canariae
