La Federación de la Industria Alemana (BDI) acogió hoy con satisfacción y algunas críticas las primeras flexibilizaciones de las restricciones a la actividad económica por la crisis del coronavirus, dispuestas por el Gobierno de la canciller Angela Merkel.
El presidente de la BDI, Dieter Kempf, saludó las «decisiones claras» que apuntan a la reapertura económica como básicamente positivas. En declaraciones a la radio Deutschlandfunk destacó que el Gobierno había dado a conocer ahora un calendario vinculante para reiniciar la actividad económica y social.
Los Gobiernos federal y de los estados federados acordaron ayer extender las restricciones al contacto social hasta el 3 de mayo, pero a la vez establecieron un plan escalonado de flexibilización de las mismas.
Entre otras medidas se decidió reabrir a partir del lunes próximo las tiendas con una superficie de venta de hasta 800 metros cuadrados, así como sin limitación de superficie los puntos de venta de automóviles y bicicletas y las librerías.
Locales de servicio que implican una proximidad física indispensable, como las peluquerías, deben prepararse para poder reabrir el 4 de mayo en determinadas condiciones y utilizando equipo de protección personal.
Kempf señaló que las empresas deben utilizar el tiempo hasta su reapertura para instalar medidas de protección para sus empleados, así como para los clientes. «Esto me parece muy importante», dijo. Pero a la vez criticó algunas de las regulaciones gubernamentales.
«El límite de 800 metros cuadrados no me convence», precisó el directivo de la BDI. Para Kempf no es este tamaño el adecuado para limitar el riesgo individual de infección. Según el directivo de la industria, hubiese sido preferible establecer criterios de higiene, como el uso obligatorio de mascarillas en los locales de venta minorista.
Berlín, 16 abr (dpa)
