El presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Fritz Keller, agradeció a los jugadores y dirigentes del Hoffenheim y del Bayern Múnich la solidaridad mostrada hacia el mecenas del Hoffenheim, Dietmar Hopp, que fue blanco de insultos de la hinchada bávara en el partido del sábado
«Sólo quiero felicitar a los dos equipos, al árbitro, a los dos clubes Hoffenheim y Bayern por la forma en que han actuado», dijo Keller el sábado por la noche en un programa de la televisora pública ZDF.
Hopp es blanco reiterado de ofensas de cierto sector de la afición alemana desde que financió con grandes sumas el ascenso del Hoffenheim a la Bundesliga. Pero gracias a los altos ingresos por transferencias de los últimos años, el club del suroeste germano es ahora independiente del multimillonario de 79 años.
El árbitro Christian Dingert interrumpió el partido en dos oportunidades al ser desplegadas pancartas con improperios hacia Hopp. De haberse producido otro incidente, el partido habría sido suspendido.
Después de que fuese reanudado el encuentro en el minuto 77, los jugadores hicieron correr la pelota a modo de protesta hasta el cierre del cotejo. El encuentro acabó en victoria por 0-6 para los muniqueses.
Keller saludó el hecho de que no hubiera sido necesario suspender el partido. «Le quitaron parte de la responsabilidad al árbitro y, sobre todo, no dejaron que los espectadores caóticos hicieran lo que querían, es decir, destruir el partido y tener poder sobre él», añadió el presidente de la DFB.
El máximo representante del fútbol germano dirigió un «sincero agradecimiento» a los jugadores, incluido el técnico Hansi Flick, que se dirigieron a las gradas de los ultras para convencerlos de retirar los carteles. Un portavoz de la DFB confirmó que su comisión de control abrirá una investigación sobre el caso.
Sinsheim (Alemania), 1 marzo (dpa)
