¿Orinar sentado o de pie?

urinating-33630_1280Al mudarse como nuevo inquilino a una casa en Alemania, lo normal es aclarar las normas de convivencia: Plan de compras, de limpieza, de gastos… Sabemos que aquí el orden prima y cuando uno llega a un piso donde ya existían estas reglas, habiendo llegado el último tendrá que adaptarse. Hasta ahí la teoría. Sin embargo, a veces es más complicado que eso. Sobre todo cuando se trata de cosas que hacemos en privado y donde nadie mira.


La situación que presentamos a continuación seguro que es familiar para algunos (masculino), puesto que es una de las confrontaciones que muchos experimentan al llegar a Alemania a la hora de organizar la convivencia. Especialmente, si se convive entre personas de distinto sexo en pisos compartidos.

Para los que no lo sepan, en pisos compartidos de Alemania (llamados Wohngemeinschaften) se suele acordar que los representantes del sexo masculino orinen sentados. Todo vale para mantener la limpieza y el orden del hogar. Sin embargo, algunos de los recién llegados se sorprenden ante esta medida, muchas veces por no estar explícitamente explicada al inicio de la relación de convivencia o porque simplemente la ignoran por no ser la forma natural que aprendieron.

Desde aquí, a estos que lo ignoran o lo pasan por alto por no entenderlo, les recomendamos que por el bien de la convivencia traten de adaptarse y cumplir las reglas vigentes. Especialmente a partir de ahora que, en parte, incluso cuentan con cierto reconocimiento de su “derecho” a orinar de pie por parte de la justicia.

En una de esas sentencias sorprendentes que nos regala a veces la judicatura alemana, ocasionadas por la enorme cantidad de reglas que regulan esta sociedad, esta semana un juez reconoció el derecho del demandado a orinar de pie por no atentar contra un uso adecuado del alojamiento.

Al contrario que en los pisos compartidos, en esta ocasión se trataba de una vivienda de uso individual. Según la prensa alemana, el propietario pretendía retener 1900 euros de la fianza (Kaution) del inquilino porque este último habría dañado el suelo de mármol del baño por miccionar de pie. Según un experto, las salpicaduras de orina habrían sido la causa de los daños en el preciado suelo. Sin embargo, el juez aclaró que el casero no tenía derecho a la compensación de daños por ser una costumbre muy extendida. Además, el casero debería haber avisado de que el suelo en cuestión era especialmente sensible.

Concretamente, el razonamiento de la sentencia ofrecido por la prensa fue el siguiente: “ A pesar de la creciente domesticación del hombre en este tema, orinar de pie sigue siendo una costumbre muy extendida. Esta costumbre gozaba antes de gran aceptación y si alguien sigue haciendo uso de ella, seguramente se tendrá que enfrentar a serias discusiones con las personas con las que convive –sobre todo las mujeres-, pero eso no quiere decir que tenga que pagar por perjudicar el suelo del WC o del toilette”.

Ante esta sentencia, llega la gran pregunta. Sobre todo para todos aquellos que no se había enfrentado todavía a este pequeño dilema: ¿Qué hacer ahora? ¿Orinar sentado o de pie? Desde aquí, por experiencia recomendamos no hacer mucho uso de este supuesto “derecho” y, sobre todo,  llegar a un acuerdo en la convivencia sobre este tema antes de que sea demasiado tarde. ¿Qué decís vosotros?

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