Turquía planteó inesperadamente nuevas demandas a la Unión Europea
para frenar la partida de refugiados desde su territorio hacia Europa: exigió otros 3.000 millones de euros y concesiones en materia de visado.
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La propuesta fue presentada este lunes por el primer ministro turco Ahmet Davutoglu en la cumbre celebrada por la UE y Turquía en Bruselas, y obligó a prolongar el encuentro más allá de la hora de cierre prevista.
Davutoglu destacó que estas nuevas propuestas se proponen «salvar vidas de refugiados y desalentar a quienes quieren abusar y sacar provecho de la situación desesperada de los refugiados».
Si bien la UE parece estar dispuesta a hacer concesiones en su política de visados, Turquía, según la agencia turca Andalou, no apunta a que se suspendan ciertas restricciones, sino a que no se les requiera ningún visado a sus ciudadanos.
Además, los 3.000 millones de euros solicitados hoy se sumarían a un monto igual ya ofrecido por la UE en noviembre. El objetivo de esos fondos es colaborar en la mejora de las condiciones de vida de los refugiados sirios en territorio turco y evitar de ese modo un éxodo hacia el bloque europeo.
Turquía es uno de los principales puertos de partida de refugiados hacia las fronteras externas de la UE, ya que según cifras de Naciones Unidas ha dado albergue a 2,7 millones de refugiados sirios.
Sin embargo, los debates internos de la UE sobre el reparto de las cargas retrasaron un acuerdo concreto ya sobre los 3.000 millones de euros acordados con Turquía en noviembre.
La UE exige por su parte que Turquía acepte la devolución de refugiados desde Grecia y busca poder enviar de regreso no sólo a migrantes económicos, sino también a refugiados sirios para desalentar a sus pares de emprender la travesía y para no fomentar el negocio de los traficantes de personas.
Bruselas, 7 mar (dpa)
