viernes, marzo 29, 2024
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«Alemania necesita inmigrantes «, Ulrich Kobert

13590034874_ef8f3db0cf_zEn Destino Alemania hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Ulrich Kobert, experto en integración y educación de la Fundación Bertelsmann.

Actualmente tenemos un debate público sobre la inmigración en Alemania y mucha gente se pregunta si Alemania es una “Einwanderungsland” o tierra de inmigrantes. ¿Usted qué diría como experto?

Yo diría que, claramente, Alemania es un país de inmigración. Un claro ejemplo de este hecho es el equipo nacional de fútbol que ganó la Copa del Mundo el año pasado: tres de los once jugadores que jugaron contra Argentina eran hijos de inmigrantes. Y hay que constatar que el 20% de la población de Alemania tiene raíces extranjeras; y más de un 30% en niños hasta los 6 años de edad. En las grandes ciudades, uno de cada dos niños tiene raices extranjeras. Es la realidad de un país de inmigración ¿no?

Aun así, todavía hay muchas opiniones que se resisten a reconocerlo y que hablan de “Sozialtourismus” o que ven un peligro en la migración. Por otra parte, se dice que Alemania, debido al cambio demográfico,  no podría mantener su nivel sin la migración. ¿Cómo ve la evolución demográfica a medio plazo?

El cambio demográfico ya tiene efectos profundos sobre la sociedad en la parte del Este de Alemania que afectan tanto al desarrollo social y económico. Hay estadísticas que dicen que, sin la inmigración, la población de  Alemania podría descender en 20 millones para el 2060. Esto demuestra claramente que Alemania necesita inmigrantes para mantener su bienestar y su sistema social.

En el estudio que ustedes han publicado “Willkommenskultur in Deutschland“ dicen que la cultura de bienvenida hacia estos inmigrantes ha cambiado en los últimos años. ¿Qué cambios descaca? ¿Qué ha mejorado y qué ha empeorado en la sociedad alemana?

Hay que tener en cuenta que hasta finales de los años 90 los políticos alemanes negaban el hecho de que Alemania fuera un país de inmigración. Y eso ha cambiado mucho. Durante la primera década del siglo XXI se han realizado cumbres en Berlín por parte de la cancillería alemana que han servido para mejorar la integración de los inmigrantes. Pero aun así, hubo una cierta reserva sobre la nueva migración y eso es algo que ha vuelto a cambiar actualmente. Ahora se nota el efecto demográfico y creo que hay un mejor clima social de apertura y aceptación de los inmigrantes. Es lo que demuestra el estudio: un 60% de los encuestados considera que los inmigrantes son bien recibidos por la población. Un claro contraste con los resultados de hace 3 años, cuando solamente un 50% pensaba de esta manera. También los inmigrantes están de acuerdo: un 68% de los inmigrantes interrogados considera que los nuevos inmigrantes son bien recibidos en las oficinas públicas, un 11% más que hace 3 años.

Señor Kobert, pero aun así hay fenómenos como por ejemplo el de PEGIDA que, de alguna forma, rechaza por lo menos algún colectivo de extranjeros, ¿qué está pasando con eso?

Estas manifestaciones anti inmigración fueron para muchos en Alemania una sorpresa. Pero no es una sorpresa tan grande, porque como dije antes, mucha gente e incluso muchos políticos dijeron que Alemania no es un país de inmigración. Es un cambio y si hay un cambio hay también resistencia frente a este cambio. PEGIDA y esas manifestaciones muestran lo que nuestro estudio confirma: que la posición al frente de la inmigración todavía es ambigua. Es decir, muchos ven las ventajas de la inmigración, por ejemplo para la economía, la diversidad en la cultura o la demografía. Sin embargo, muchos sospechan que la inmigración trae efectos negativos para el sistema social. Se mencionó el famoso Sozialtourismus, y es una angustia. También muchos piensan que la inmigración produce conflictos entre inmigrantes y nativos y ven el Islam como un problema. Algunas de esas personas también creen que la inmigración aumenta los problemas en los colegios.

Sobre todo en el Este de Alemania, según el estudio, se nota que son mucho más reacios a recibir a esta nueva comunidad de “futuros alemanes”…

Sí, eso sí es cierto. Hay que tener en cuenta que el Este tiene una historia muy distinta de inmigración comparada con la del Oeste. Por eso, el escepticismo hacia la inmigración es mayor en el Este y el estudio lo muestra muy bien. Casi un 50% de los encuestados en el Este cree que los inmigrantes no son bienvenidos, mientras que en el Oeste solo un tercio es de esa opinión. Hay más gente en el Este que ve desventajas o problemas relacionados con la inmigración. Por ejemplo, un 73% en el Este ve un conflicto potencial en la llegada de inmigrantes frente a solamente un 61% en el Oeste. Es decir, hay más escepticismo en el Este.

¿Por qué? ¿Hay alguna razón para eso?

La gente del Este no tiene tanta experiencia con la inmigración. La gran mayoría de los inmigrantes, casi el 90%, viven en el Oeste. Es decir, hay muy pocos contactos entre nativos e inmigrantes en el Este. Sabemos, y es una teoría sociológica, que si hay contactos entre inmigrantes y nativo “auf Augenhöhe”, contactos al mismo nivel, es algo que ayuda y es importante para la aceptación de inmigrantes. Y, como dije, en el Este hay muy pocos inmigrantes y por tanto muchos prejuicios. Pero sin hechos, sin experiencias concretas. Y además, todavía la población del Este se siente discriminada muchas veces en Alemania y eso se debe a la fase de transición tan difícil para gran parte de los ciudadanos  del este tras la Reunificación. Muchos perdieron sus empleos. Sencillamente, el clima social en el Este es muy diferente.

Además de este debate, hay una campaña para ganar Fachkräfte o personal cualificado. ¿Realmente necesita Alemania tantos trabajadores como se dice?

Hay estudios que pronostican que hasta el año 2050 Alemania necesitará entre 300.000 y 500.000 inmigrantes cada año para mantener estable el mercado laboral. Sobre todo, si la generación que nació en los años 60, los famosos babyboomers, se va a jubilar. A partir del año 2036, la falta de recursos humanos en el mercado laboral va a ser muy grave para la economía.

¿Cómo podría ser este proceso más fructífero para todos, tanto para Alemania como para los propios inmigrantes? ¿Qué sería necesario hacer para que los inmigrantes se adapten y participen de la sociedad alemana?

Nuestro estudio muestra que la población acepta a los inmigrantes si tienen trabajo, si tienen contactos con los nativos y si se adaptan bien a la cultura en Alemania. Para aumentar la aceptación hay que mejorar la integración, sobre todo en el mercado laboral, pero también en la sociedad. Establecer contactos entre inmigrantes y nativos. También es clave el dominio del lenguaje. El alemán no es un lenguaje fácil, pero es muy importante, porque hay muchos puestos de trabajo en los que no se puede hablar inglés. También es muy importante que el Estado procure oportunidades y perspectivas para que los inmigrantes puedan integrarse bien y para que su participación en la sociedad mejore. Y para eso es esencial que se pueda adquirir la ciudadanía más rápido que actualmente.

Y por último Herr Kobert, nosotros hablamos para la comunidad de españoles que está viniendo a Alemania o que ha venido en los últimos años a raíz de la crisis. ¿Un consejo para esta pequeña comunidad emigrante en especial?

Como he dicho antes el lenguaje es muy importante, aunque es un idioma complicado, aprender alemán es de suma importancia. También tener una cierta flexibilidad en cuanto a la región en la que uno se quiere instalar, porque muchos españoles jóvenes quieren instalarse en Berlín, es el imán de muchos, pero hay muy pocos trabajos en Berlín. Si realmente quiere encontrar un trabajo, integrarse bien en la sociedad, uno debe ser un poco flexible.

O sea, casi mejor ir a la Selva Negra..

Vi en la televisión una noticia muy divertida que mostraba un joven español que en medio de la noche cogió su coche y sus maletas y huyó. No es que fuese amenazado por nazis o algo así, sino que vivía en el Este y no soportaba el aislamiento. Había muy poca gente joven en la ciudad en la que vivía y a las 6 de la noche todo estaba vacío, iba a su casa, no tenía ninguna vida social y no lo soportaba. El empleador alemán dijo que era una lástima porque él y otros trabajaron muy bien. Y piensa que si no es capaz de atraer gente joven del extranjero para trabajar en esa ciudad, tendrá que trasladar su empresa a España o Italia.

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