viernes, abril 19, 2024
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La CDU cumple 75 años: los altibajos del partido conservador alemán

A 75 años de su fundación la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) se encuentra sin duda frente a un cambio, que probablemente no afecte la orientación política pero sí el liderazgo del partido conservador.

Foto de pixabay

La CDU eligirá un nuevo presidente en diciembre, tras 18 años de Angela Merkel y un intervalo de dos años de Annegret Kramp-Karrenbauer. No importa si finalmente la persona elegida se llame Armin Laschet, Friedrich Merz, Norbert Röttgen o Jens Spahn: el nuevo jefe tendrá por delante una tarea enorme.

La historia de la CDU, fundada el 26 de junio de 1945, está relacionada con grandes políticos como Konrad Adenauer, primer canciller de la República Federal de Alemania (1949 a 1963) y primer líder del partido (1950 a 1966).

La Unión Demócrata Cristiana nació durante el período de la reconstrucción de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y los lazos occidentales.

Por su parte, Helmut Kohl, el «canciller de la unidad» presidió el partido desde 1973 hasta después de su derrota en las elecciones federales de 1998.

El final de la era Kohl fue ciertamente uno de los puntos bajos del partido. El patriarca probablemente pensó que después de 25 años al frente de la CDU y 16 años como jefe de Gobierno germano podía reclamar para sí mismo una excepción al cumplimiento de las leyes. A fines de 1999 admitió que durante años no se habían declarado las donaciones anuales al partido por más de dos millones de marcos alemanes.

En el escándalo por la infracción a la ley de financimiento, Kohl se negó a mencionar públicamente los nombres de los donantes porque les había dado su palabra de honor. Esta omisión le costó incluso la presidencia honoraria de la CDU.

El 22 de diciembre de 1999, en un legendario artículo para el periódico «Frankfurter Allgemeine Zeitung», la entonces secretaria general Merkel llamó al partido a separarse del patriarca y seguir su propio camino.

Merkel no había acordado esta nota con el entonces líder del partido y de la facción Wolfgang Schäuble. El propio Schäuble se había visto envuelto en la vorágine del asunto de las donaciones ilegales y el artículo probablemente también lo afectó. Schäuble renunció a mediados de febrero de 2000 y Merkel aprovechó la oportunidad.

Entre los años 2000 y 2018, Angela Merkel, la primera mujer en el cargo, hija de un pastor, física de profesión y oriunda de Alemania del este, condujo a la CDU hacia un partido de centro. Los críticos la acusan de haber descuidado la parte conservadora y el espectro de la derecha. En 2018 renunció a la presidencia del partido debido a los persistentes malos resultados de las encuestas.

Muchos culpan a Merkel por la crisis de los refugiados y el fortalecimiento del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD). Es posible que pase a la historia del partido como la canciller de las crisis: la crisis financiera, la crisis del euro, la crisis de los refugiados y la crisis del coronavirus.

Después de Adenauer y antes de Kohl hubo breves interludios en la presidencia de la CDU con Ludwig Erhard, Kurt-Georg Kiesinger y Rainer Barzel. Los tres estuvieron al frente del partido en tan solo ocho años. Schäuble, por su parte, no duró ni un año y medio.

Tras 18 años de Merkel y dos años de Kramp-Karrenbauer es incierto cuánto tiempo estará en la cima el futuro jefe del partido.

Las últimas encuestas realizadas durante la crisis del coronavirus le otorgan a la CDU una ventaja de hasta un 40 por ciento, una cifra que no se veía desde hacía años. Su socio en el gobierno, el partido Socialdemócrata (SPD), sigue teniendo alrededor del 15 por ciento y los Verdes han vuelto a caer por debajo de la marca del 20 por ciento.

Los tiempos de crisis se consideran tiempos del poder ejecutivo y según opinan los analistas, la Unión Demócrata Cristiana se beneficia de una jefa de Gobierno ya curtida por las crisis.

Hace dos años, Merkel era tan controvertida dentro de su partido que tuvo que renunciar a la presidencia. Justo antes de la pandemia del coronavirus los críticos la acusaron de no tener a su gobierno bajo control.

En la Casa Adenauer, la sede del partido, están de acuerdo que los resultados de las actuales encuestas son solo una foto instantánea. Para cuando se celebren las elecciones alemanas en octubre de 2021, es probable que vuelvan a bajar.

Mucho dependerá de si la ciudadanía confía en que la CDU y su socio bávaro Unión Social Cristiana (CSU), que también cumplirá 75 años este año, puedan hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la crisis del coronavirus.

También será importante dilucidar con qué equipo abordará las tareas un nuevo líder del partido. La elección de Kramp-Karrenbauer y la estrecha derrota de su rival Merz dejó un partido dividido en 2018.

Si la CDU quiere sobrevivir como un partido del pueblo, el nuevo líder debe unirlo. Tiene que hacer un partido más joven, con más participación de las mujeres y más atractivo para los votantes de las grandes ciudades.

Pero el nuevo líder no sólo tendrá que luchar con los problemas estructurales. En los últimos años, las fuerzas centrífugas en la sociedad alemana también han crecido y la CDU no se ha salvado. Los ultraconservadores, por ejemplo, están desde hace años causando problemas a la dirección del partido y también en el área de la digitalización deberán ponerse al día.

El secretario general Paul Ziemiak no espera que haya una gran disputa por el liderazgo del partido. «Para todos los que tenemos una responsabilidad en la CDU está claro que solo puede haber una dirección, y ese es el camino intermedio», dijo a dpa. «El futuro de la CDU dependerá de si mantenemos el carácter de un partido popular o si nos convertimos en un partido clientelista», subrayó.

El ex presidente del Bundestag (Parlamento alemán) Norbert Lammert añadió: «La reputación y el éxito de un partido popular depende en gran medida de su capacidad para integrarse en todos los ámbitos.

En 75 años la CDU ha logrado esto más que cualquier otro partido alemán. Se basa en la idea de estar abierto sobre todo a los que están en el medio de la sociedad.

Sin embargo, esta no fue la posición en el momento de la fundación del partido en Berlín en junio de 1945. Si bien a diferencia del católico Partido de Centro la nueva agrupación política debía estar abierta a otras confesiones como la protestante, aún bajo Adenauer dominaron durante mucho tiempo los católicos.

La CDU a nivel nacional fue fundada durante la convención partidaria del 20 de octubre de 1950 en Goslar. Anteriormente solo existían divisiones regionales.

Además, durante la primavera de 1945 se sumaron nuevas corrientes entre los fundadores del partido, que querían una reconciliación entre el cristianismo y el socialismo y unir elementos de la enseñanza social católica con las ideas socialistas. Pero para la mayoría, la idea de una «Unión Socialista Cristiana» fue demasiado. «Con un programa de socialismo cristiano vendrán cinco nuevos miembros y se irán diez», habría dicho Adenauer en su momento.

Según afirma Friedrich Merz ese fue el final de «la breve excursión de la CDU a cualquier tipo de socialismo democrático». En una entrevista con dpa, el candidato a la presidencia de la CDU también subrayó: «Sin embargo, esta parte de la historia fundacional de la CDU pertenece a nuestro 75. aniversario. Las fundaciones de los partidos se llevaron a cabo en un momento y bajo condiciones que ya no podemos imaginar en nuestra época».

Berlín, 21 jun (dpa)

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