
El poder de convocatoria de los sindicatos alemanes en la celebración del 1 de Mayo hizo patente el duro conflicto al que empleadores y trabajadores se abocan, en torno a la negociación de los convenios colectivos o la subida del salario mínimo.
«Hay que luchar por el progreso social», reclamó Yasmin Fahimi, presidenta de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB), en el acto central celebrado en la ciudad de Colonia. «Por sí solos y de manera claramente racional, en las plantas ejecutivas no ocurre en absoluto nada por el bien común, por un buen mundo laboral o contra el cambio climático», añadió.
Según cifras de la DGB, 288.000 personas participaron en los 398 actos que se llevaron a cabo en todo el país, más que el año pasado (203.500), pero muchas menos que antes del estallido de la pandemia del coronavirus (2019: 381.500).
Los sindicatos insistieron en la importancia de defender los derechos de los trabajadores, en especial el derecho de huelga, discutido en algunos sectores próximos a la alianza conservadora CDU/CSU. «Son tan relevantes para el sistema que les quieren negar el derecho de huelga. Pero no tan importantes como para querer pagarles salarios decentes», expuso Fahimi ante los trabajadores.
El presidente del poderoso sindicato metalúrgico IG Metall, Jörg Hofmann, rechazó las críticas sobre las consecuencias para los ciudadanos y los consumidores de las huelgas en los aeropuertos, por ejemplo.
Hofmann explicó que el objetivo de las huelgas es «ejercer presión económica y política, y solo nosotros ejercemos este derecho. No toleraremos ninguna restricción del derecho de huelga, y punto. Fuera. Fin».
El dirigente sindicalista también destacó la nueva fuerza de lucha de los sindicatos, mostrada en la participación en las huelgas convocadas, una vez superadas las restricciones por la pandemia del coronavirus.
«El movimiento sindical en Alemania es cada vez más fuerte porque se muestra, porque es público, porque también es capaz de impulsar sus objetivos de forma confrontativa», comentó.
Por su parte, el presidente de la patronal alemana, Rainer Dulger, criticó las propuestas populistas en las políticas laborales. «La lucha de sindicatos y empresarios por alcanzar buenos compromisos es una piedra angular de nuestra economía social de mercado», sostuvo en un comunicado el dirigente de la confederación de empresarios BDA.
Dulger también pidió «resultados equilibrados en la negociación colectiva» que no alimenten la espiral de precios y salarios.
«La responsabilidad de los interlocutores sociales en estos tiempos difíciles incluye acuerdos salariales colectivos que garanticen el empleo y no pongan en peligro el espíritu empresarial», argumentó Dulger.
«La relación entre patronal y sindicatos necesita un distanciamiento claro del populismo», opinó.
Por último, en un acto de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) en la ciudad de Koblenz, el canciller Olaf Scholz exigió que las empresas alemanas apuesten por formar a un mayor número de jóvenes. «Algunas empresas buscan de forma desesperada trabajadores cualificados, pero otras tampoco los forman», dijo .
«Y por eso aquí, en este punto, (hago) el llamamiento: todo el mundo debe unirse una vez más y hacer todo lo posible para que el número de plazas de formación profesional siga aumentando en Alemania», añadió.
Scholz, que fue recibido tanto con aplausos como abucheos y silbidos, declaró en su discurso: «Especialmente el 1 de mayo, en el Día del Trabajo, se puede, se debe y se tiene que decir: en Alemania, durante muchos, muchos años, quizá durante más de una década, no existirá el problema de que tengamos que luchar contra el desempleo».
El político explicó que, por el contrario, el reto será el de asegurar que las empresas encuentren suficientes trabajadores, en un escenario en el que, describió, ya se habla de la escasez de estos como un problema importante para el futuro.
«A los que están preocupados, quiero decirles: tenemos recetas para lo que se puede hacer para enfrentarlo», dijo.
Scholz reiteró la importancia de la inmigración para el mercado laboral. «Limitamos la inmigración irregular. Queremos que todo vaya según las normas», explicó. «Pero al mismo tiempo nos preocupamos de que aquellos que necesitamos como trabajadores aquí en Alemania también tengan una oportunidad, de forma regulada».
Berlín (dpa) – Mar, 02.05.23, 11.15 am