viernes, marzo 29, 2024
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«Faltó humanidad en la reunificación de Alemania y estamos pagando las consecuencias»

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La autora, Pilar Requena

Alemania. Una simple palabra, un complejo país que evoca las siguientes denominaciones: austeridad, perfección, orgullo, puntualidad, soberbia, entre muchas otras. Pero, ¿qué sabemos realmente, sin guiarnos por ideas preconcebidas, de la historia reciente de Alemania?

En la ardua tarea contra los tópicos y la desinformación, la periodista de TVE y profesora universitaria Pilar Requena del Río, formada en el Colegio Alemán de su Valencia natal, nos acerca a la realidad del país germano desde la caída del Muro de Berlín hasta nuestros días en el ensayo ‘La potencia reticente: la nueva Alemania vista de cerca’.

Destino Alemania: En primer lugar, ¿por qué has titulado el ensayo ‘La potencia reticente’? ¿A qué se resiste Alemania?

Pilar Requena: Alemania se ha resistido a liderar Europa y se resiste a liderar en el mundo. Quizá la crisis del euro podría haberse capeado mejor si Angela Merkel no hubiera tardado seis meses en tomar las riendas de la Unión Europea, pero en el fondo esa demora no fue porque no quisiera encontrar una solución, sino porque Alemania se resiste a ejercer el liderazgo.

Al final se vio obligada por la incomparecencia de Francia, pero lo que los alemanes quieren realmente es que vuelva a funcionar el eje franco-alemán como en años pretéritos ya que es el núcleo fundamental del reparto de papeles dentro de la Unión Europea, por eso los alemanes están tan encantados en el fondo con Emmanuel Macron.

Los alemanes prefieren compartir, por eso se sienten tan bien en la UE donde también hay que dividir las responsabilidades. Aunque parezca que Angela Merkel está cómoda en su posición de líder de Europa, no es así realmente. Alemania no quiere liderar por liderar, ha aprendido la lección de la Historia.

¿Es Alemania el país europeo más mitificado tanto para bien como para mal?

Creo que todos lo están un poco, cada uno en lo suyo. Todo el mundo mitifica a los otros y eso es producto de no conocernos, porque en realidad nos parecemos más de lo que creemos. Los alemanes no son tan perfectos como ellos mismos se creen ni como lo piensan otros muchos. Son seres humanos que sufren y no robots. También existe el tópico al revés, los alemanes han mitificado en parte el sol y el buen vivir de España cuando luego no todo es de color de rosa.

¿El éxito fundamental de la reunificación de Alemania se debió a que la revolución fue pacífica, sin derramamiento de sangre?

Sí, esa fue la gran sorpresa. Fue una revolución pacífica impulsada por los ciudadanos que habían perdido el miedo, pero que no habría sido posible si Gorbachov no hubiese estado al frente de la URSS con las políticas de la ‘Perestroika’ y ‘Glasnost’, y sin el fracaso del comunismo que el mismo Gorbachov posteriormente reconoció.

La caída del Muro iba a producirse de todas formas a las 4 de la madrugada de ese 9 de noviembre, el auténtico milagro fue que tras el error de coordinación entre el jefe de Estado de la RDA Egon Krenz y el portavoz del Partido Comunista Günter Schabowski se controlase el río de gente en los pasos fronterizos sin pegar ni un solo tiro. Fue un regalo de la Historia, lo que podría haber acabado mal, terminó bien. Supuso una noche de completa felicidad a pesar de que el fantasma de Tiannamen, ocurrido unos meses antes, flotaba en el ambiente.

IMG_0881Narras la trepidante huida de Hartmut Richter de la RDA a la RFA y las historias de tantos otros alemanes marcadas por la división del país. ¿Se han reconocido con justicia a las víctimas? ¿Es un capítulo cerrado de la historia de Alemania o todavía quedan cuestiones por resolver?

No, todavía quedan casos pendientes. Sin embargo, ya no solo se trata de las víctimas directas del régimen comunista, yo creo que lo que no se ha hecho ha sido escuchar a los que se han sentido abandonados o perdedores de la reunificación.

Al principio pensábamos que iban a ser dos generaciones y que era algo que se iba a diluir con el paso del tiempo, pero una parte de ese sentimiento se ha trasladado a sus hijos. Nadie se ha preocupado de enseñarles el camino y los alemanes se han dormido en la complacencia. Todavía tienen mucho por hacer a nivel social, de integración, que es una parcela que en la reunificación no se trató.

El día 24 de septiembre fueron las elecciones federales de Alemania, que se saldaron con un batacazo de los dos grandes partidos, la CDU y el SPD, y la entrada en el Bundestag de los populistas de derecha AFD. ¿Está en riesgo de tambalearse la que calificas de «cohesión política interna envidiable» tras los comicios?

No creo que la cohesión política esté en peligro porque tenemos un 87% de partidos ‘serios’, digámoslo así. Ya están establecidas en las instituciones organizaciones como Die Linke y aunque hasta ahora no se han coaligado entre ellos a nivel federal, sí que es cierto que en los Bundesländer hay de todo. La situación actual es desconocida y hace en cierto modo despertar a los alemanes del letargo en el que se encontraban. Ahora se encuentran en un escenario complicado al que tienen que hacer frente para conseguir una estabilidad que necesitan ellos mismos, Europa y el mundo.

¿Estamos ante el principio del fin de la era Merkel? ¿Hay futuro en la CDU después de ella?

También creíamos hace dos años con la crisis de los refugiados que era el fin de la era Merkel. Es cierto que este ha sido el segundo peor resultado de la CDU desde 1949, aunque en estos momentos tan difíciles ha ganado las elecciones sacándole bastante ventaja al SPD. Hace cuatro años, la CDU sacó un 41,5% en los comicios, un resultado extraordinario y bastante sorprendente porque lo normal era moverse entre el 36% y el 37%.

Angela Merkel había anunciado hace unos meses que esta sería su última legislatura, aunque si se mantiene fuerte tal vez nos sorprenda a todos y se decida por una quinta porque no lo ha descartado del todo. En mi opinión, el principio del fin sería si no saliese adelante ninguna coalición ahora y hubiese que repetir elecciones y las perdiese. Es cierto también que se ha roto un poco el mito de que es intocable: sale debilitada, tiene flancos abiertos y su liderazgo ya no es tan incuestionable en la CDU.

Por supuesto que en la CDU habrá futuro después de Merkel, tiene que haberlo, pero su sucesor va a tener complicado sustituir a una figura que ha proyectado tanta seguridad y estabilidad. El partido, por su parte, tendrá que replantearse su camino y su perfil político: si seguir en el centro donde les ha llevado Merkel o escorarse a la derecha para recuperar a los votantes que les ha arrebatado la AFD.

¿Crees que es posible a tenor de los resultados electorales una repetición de los comicios?

No es la tradición alemana, no es lo que les gustaría a los alemanes. Aunque antes de las elecciones la coalición Jamaica (CDU, FDP y Verdes) era la menos valorada, las últimas encuestas revelan tras los comicios que es la favorita. El SPD quiere irse a la oposición para quitar poder a la AFD, lo que constituye un ejercicio de responsabilidad. Aunque esto es importante para Alemania a nivel de Estado, no hay que olvidar que luego individualmente cada partido tiene sus propios intereses.

A Angela Merkel no le gustaría ni la repetición de los comicios ni un gobierno minoritario, por lo que se va a poner las pilas para sacar adelante la coalición Jamaica porque parece que es la única posible tanto política como numéricamente. Por su parte, los Verdes y el FDP son conscientes de la responsabilidad política que tienen ahora y realmente a nadie le interesa unas elecciones anticipadas porque creo que eso fortalecería a AFD y son conscientes todos. También romperían la tradición.

Las últimas encuestas también revelan que los alemanes prefieren una repetición de las elecciones antes que un gobierno en minoría que ellos consideran inestable. Pienso que se van a poner las pilas, que van a negociar, aunque la posibilidad de hacer una gran coalición CDU-SPD no está del todo descartada. Hay todavía posibilidades, pero las negociaciones van a ser largas y complicadas, lo que significa un retraso en las reformas de la Unión Europea.

La repetición de elecciones la veo como la ultimísima posibilidad, cuando ya sea imposible llegar a un acuerdo, pero creo que eso sería un castigo para todos y un beneficio para AFD. Merkel, en la ronda de elefantes (la reunión de los líderes de los partidos tras conocerse los resultados de las elecciones) dijo: «En la tranquilidad reside la fortaleza». Ahora tiene que demostrar la capacidad de negociación que todos le suponemos y llevarla al extremo. Lo que deben tener todos muy claro es que tienen que hacer un frente común contra la AFD, que ha marcado en gran medida la agenda electoral al resto de partidos.

Confío en la estabilidad y la democracia de Alemania y en la capacidad de los partidos de llegar a pactos y acuerdos. Sin embargo, ha llegado la hora de probar algo nuevo a nivel federal: de las crisis también se aprende y se sale fortalecido.

Resulta una paradoja pero, ¿por qué gozan de más popularidad la AFD en la que fuera la parte comunista del país, la República Democrática Alemana?

No es una paradoja, es una realidad. La AFD no es solo una consecuencia de los movimientos populistas que han surgido en otros países, la AFD se veía venir porque en la reunificación de Alemania no se preocuparon de los seres humanos. Desde el punto de vista político y económico fue un éxito, pero desde la perspectiva humana no. Los seres humanos del este de Alemania se han sentido abandonados, desengañados y desilusionados con los grandes partidos y han encontrado en AFD una ‘patria política’.

En definitiva, se puso poca humanidad a la reunificación y estamos pagando las consecuencias. No le puedes decir a esas personas de la noche a la mañana que su sistema de vida no valía nada. Y a esto hay que sumarle la llegada de refugiados a una sociedad homogénea durante 40 años, sin el contacto tan intenso con el extranjero como sí que lo tenían los alemanes del oeste.

Y ya para terminar, en enero de este año el Tribunal Constitucional alemán desestimó el recurso presentado por el Partido de Baviera para la celebración de un referéndum de independencia, alegando que «los Länder carecen en la carta Magna alemana de espacios para procesos secesionistas». ¿Es posible que en un futuro puedan conseguirlo?

El movimiento es minoritario y no veo a corto-medio plazo ningún riesgo de división. Son conscientes de que estar en una entidad grande es mejor que en una pequeña dentro de un mundo globalizado. Además, a nivel judicial el Tribunal Constitucional es independiente y respetado absolutamente por todos, así que lo que dicte va, como se suele decir coloquialmente, ‘a misa’.

Colonia (Alemania), 3 oct (MJ García)

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