El llamado «freno de emergencia» nacional propuesto por el Gobierno alemán, que será sometido a votación el miércoles por el Bundestag, fue criticado duramente por la Federación de Industrias Alemanas (BDI).
«El proyecto de enmienda a la ley de protección contra infecciones muestra, por desgracia, los escasos avances que han realizado en un año los gobiernos federal y estatales en un control del coronavirus verdaderamente basado en la evidencia», declaró a dpa el presidente de la BDI, Siegfried Russwurm.
«El riesgo de un mosaico normativo se mantiene, y con él la incertidumbre de planificación para las empresas, los ciudadanos y el público», añadió.
El nuevo conjunto de reglas, que prevé restricciones de salida, toques de queda y el cierre de comercios de acuerdo con directrices vinculantes a nivel nacional en las regiones con alto grado de contagios, será votado el miércoles por el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento alemán). Posteriormente, en caso de ser aprobado, deberá ser ratificado por el Bundesrat (Cámara Alta).
Críticos del proyecto ya amenazan con acudir al Tribunal Constitucional Federal, dado que consideran que la prohibición de salir de casa, por ejemplo, es desmesurada.
Según Russwurm, en vista de la creciente disponibilidad de vacunas, el Gobierno federal debería seguir desburocratizando y acelerando la campaña de vacunación. Para ello, pidió el abandono de «un orden de prioridad especialmente concreto», una vez que todos los grupos que necesitan protección hayan recibido una oferta de vacunación.
«Así, todos los que estén dispuestos a vacunarse podrán hacerlo más rápidamente», explicó.
El directivo también mantuvo que el aumento de las cifras de vacunación, exige la elaboración de una hoja de ruta que pueda eximir a las personas vacunadas de las restricciones impuestas por el Gobierno en su lucha contra la pandemia.
Berlín, 19 abr (dpa)