Los alemanes y el espárrago: ¿un amor a punto de terminar?

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El gran amor de los alemanes por los espárragos podría estar extinguiéndose gradualmente ya que la «verdura real» es claramente menos popular entre los jóvenes, según reveló recientemente una encuesta del instituto demoscópico Yougov.

El consumo per cápita de espárragos y la cosecha disminuyó en los últimos tiempos, tras unos años muy buenos. El último registro de una caída de la cosecha en Alemania fue hace diez años.

¿Es posible que se haya acabado la histeria colectiva y el revuelo mediático en torno al espárrago? ¿Ya no brilla el «oro blanco»? ¿Es una verdura preferentemente para personas mayores?

Los agricultores de espárragos notan el escepticismo de los jóvenes. «Hay muchas personas mayores que esperan con impaciencia la época de espárragos en primavera, los pelan ellos mismos, los preparan con cariño y celebran el hecho de comerlos. El espárrago tiene para ellos el aura de una fiesta», señala Jürgen Jakobs, presidente de la asociación del espárrago de Beelitz, en el este de Alemania.

«Pero, por otro lado, hay quienes, sobre todo los más jóvenes, consideran que comer espárragos es demasiado elaborado», agrega.

La zona de cultivo de Beelitz, cerca de Berlín, es una de las más conocidas de Alemania. Jakobs comenta que actualmente hay unas 1.500 hectáreas cultivadas, pero que la superficie seguirá disminuyendo. En 2020 había unas 2.000 hectáreas cultivadas.

«En 2022 se produjo un descenso general del consumo de espárragos, tanto nacionales como importados. Esto probablemente se debió a la reticencia a comprar debido a la guerra de Ucrania y al temor generalizado a la crisis y la inflación», explica.

«La gente sigue comprando patatas, leche y mantequilla, pero cuando se trata de espárragos, que tiende a ser un artículo caro, es más probable que recorten gastos», señala Jakobs. No obstante estima que este año el comportamiento de compra casi ha vuelto a la situación anterior.

Sin embargo, habrá que ver si la cultura del espárrago en Alemania se mantiene como hasta ahora. «No nos engañemos: el alboroto por los espárragos blancos es un fenómeno centroeuropeo en Alemania, Austria y Suiza. Incluso los holandeses comen solo una sexta parte de lo que come el alemán medio», comenta.

La cuestión es si se invertirá la tendencia y los alemanes le darán la espalda a los espárragos blancos. «Muchos inmigrantes solo conocen el espárrago verde, que es menos estacional, más versátil y más fácil de preparar, incluso a la parrilla», comenta al mencionar que el espárrago verde solía tener una cuota de mercado de solo el 5 o el 10 por ciento, pero ahora ya ronda el 20 por ciento.

«El clásico esquema alemán de comer espárragos en la tradición de la cocina burguesa con carne, verduras, guarnición y salsa, así como cubiertos y un vaso de vino, se está rompiendo totalmente», resalta.

«La gente de menos de 30 años tiende a comer más a lo largo del día o comida todo en uno, como los cuencos que se encuentran en muchas tiendas asiáticas o restaurantes árabes. Es importante que sea fácil de comer. Debe ser rápido, quizá incluso para llevar y, de los posible sin demasiados cubiertos», apunta el investigador germano.

Por su parte, los cultivadores de espárragos no se quieren resignar y como «primicia mundial» proclamaron el 5 de mayo como el «Día del espárrago alemán». Ese día, los clientes podrán obtener gratis unos cuantos tallos de espárragos y un pelador.

Beelitz (dpa) – Mié, 03.05.23, 10.02 am