El ministro alemán de Salud, Jens Spahn, estima que los hospitales y consultorios médicos del país se enfrentarán a una mayor sobrecarga debido a la epidemia de coronavirus, según señaló hoy en Berlín.
«Aún estamos en la fase de calma antes de la tormenta», advirtió el ministro. «Nadie puede predecir con exactitud qué pasará en las próximas semanas».
Spahn añadió que por eso sigue siendo necesario frenar la propagación del virus y al mismo tiempo incrementar el equipamiento de las clínicas, también con camas para cuidados intensivos.
El ministro recalcó que Alemania pudo comenzar a prepararse en una etapa temprana gracias al gran número de pruebas de coronavirus, añadiendo que de momento la capacidad de realizar tests es de entre 300.000 y 500.000 por semana, una cifra muy alta también en comparación con la de otros países.
Spahn se mostró a favor de seguir realizando estas pruebas de forma selectiva.
El ministro observó que, al mismo tiempo, los responsables en el plano político deben continuar desarrollando planes, ya que vendrá «una época después del coronavirus» en la que habrá que seguir combatiendo el virus mientras la vida pública se normaliza paulatinamente.
El titular alemán de Salud explicó que ésta será una de las cuestiones a discutir entre el Gobierno federal y los primeros ministros regionales en las consultas programadas para después de Pascua.
Spahn puntualizó que también debería tratarse el tema de la evaluación de datos de teléfonos móviles para aclarar las cadenas de contagio en caso de crisis.
Berlín, 26 mar (dpa)
