jueves, marzo 28, 2024
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Negocio de «casas-contenedores» para refugiados florece en Alemania

En Alemania se están construyendo cada vez más alojamientos provisorios con contenedores para albergar al creciente número de refugiados que llega al país. La demanda es tan grande que ocasionalmente se nota una escasez de suministro, pero también surgen críticas a los asentamientos de contenedores.

«Creamos espacio para arquitectura temporal», afirma un eslogan de Algeco. La empresa constructora de módulos con sede en la ciudad de Kehl monta oficinas y alojamientos en zonas industriales, en sitios de obras, pabellones de exposición, filiales de bancos, escuelas y guarderías. En todos sus proyectos, el módulo de base es el contenedor, un módulo muy solicitado en la actualidad como vivienda provisoria para refugiados.

El número de asentamientos ha crecido notablemente en los últimos tiempos. La Oficina Federal de Migración y Refugiados estima que unas 300.000 personas pedirán asilo en Alemania durante este año, mientras que la Federación Alemana de Ciudades y Comunas calcula que serán 450.000, cifra que genera un considerable apuro a las autoridades. En vista de tal emergencia, las comunas optan por la construcción de asentamientos de contenedores.

Esta tendencia implica un lucrativo negocio para los fabricantes. En Berlín, por ejemplo, se están construyendo cuatro alojamientos con contenedores que estarán listos en agosto, otros dos ya han sido terminados.

Los seis centros provisorios cuestan en total 42,7 millones de euros (unos 48,8 millones de dólares), es decir unos 20.000 euros (22.800 dólares) por plaza, y permiten alojar a 2.186 refugiados. Como ya se sabe que se necesitarán muchas más plazas, el Senado de Berlín planea la construcción de 36 grandes centros en base a viviendas prefabricadas para 7.200 refugiados por un monto de más de 160 millones de euros (183 millones de dólares).

No existen muchos fabricantes en condiciones de entregar sin demora los módulos con contenedores de calidad, con cocinas y sanitarios comunes. Además, dado que las comunas también los necesitan, se generan problemas de abastecimiento.

Según la portavoz de Algeco, Catherine Thiebaut, la demanda de contenedores para espacio habitable ha crecido considerablemente en los últimos dos años, en un primer lugar para la construcción de guarderías, pero ahora el motor principal son los centros para refugiados.

La gran ventaja es que pueden ser montados en pocas semanas y, por lo tanto, cubren sin demora la necesidad de dar un techo a los recién llegados. Si bien son entregados en diferentes colores, los contenedores son una especie de cuerpo extraño en los barrios residenciales.

Asimismo, en estos cuartos con paneles de acero no reina el mejor clima, aunque cuentan con un buen aislamiento, señala Michael Heide, gerente de la Asociación Central de la Industria Alemana de la Construcción. Los pisos son simples, de tableros aglomerados recubiertos con linóleo.

Según Georg Classen, del Consejo de Refugiados de Berlín, albergar a refugiados en contenedores es algo muy problemático por diversas razones. «A pesar de que los asentamientos con contenedores cumplen con los estándares formales, no ofrecen espacios privados ni en la cocina ni en los sanitarios», critica Classen.

Estos asentamientos aislados, por lo general ubicados en las afueras de las ciudades, también sugieren el mensaje de que «no formáis parte de aquí». No es casualidad que las protestas de grupos de ultraderecha hayan culminado allí, agrega Classen en alusión a un centro de refugiados de este tipo abierto recientemente en el distrito berlinés de Buch, donde hubo manifestaciones y ataques al personal de vigilancia.

A pesar de estas objeciones, los fabricantes continuarán recibiendo jugosos pedidos. El estado de Sajonia-Anhalt, en el este del país, acaba de aprobar la ampliación de su centro de recepción de refugiados en Halberstadt, donde serán montados contenedores para alojar a otras 500 personas.

Por Bernd Roeder (dpa)

Berlín 17 Mayo

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