El Parlamento alemán aprobó hoy por mayoría la ley para frenar el precio de los alquileres en el país con el objetivo de proteger en un futuro a los ciudadanos de la fuerte subida registrada en numerosas ciudades como Berlín.
De esta manera, tras meses de discusiones entre los dos partidos en el poder, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), Alemania contará por fin con la conocida como «el techo a los alquileres».
Con esta nueva ley orquestada por el ministro de Justicia alemán, Heiko Maas (SPD), se establece que el precio de nuevos alquileres no puede ser más elevado de un diez por ciento sobre el alquiler local de referencia de la zona.
Esto quiere decir que, por ejemplo, en el caso de un piso cuyo alquiler cueste hasta el momento 5,50 euros por metro cuadrado y la media de referencia en la zona sea de seis euros, el dueño de piso sólo podrá elevar el alquiler hasta los 6,60 euros al firmar un nuevo contrato.
La nueva ley deberá pasar ahora al Bundesrat (Cámara alta), donde se espera que sea aprobada sin problema alguno ya que el SPD cuenta con mayoría allí junto con el partido de Los Verdes.
Los diferentes gobiernos de los estados federados alemanes deberán fijar ahora en qué ciudades será necesario introducir este freno a los alquileres.
Los estados han anunciado su intención de aplicarla rápidamente en las ciudades muy pobladas y en las ciudades universitarias. En Berlín deberá aplicarse tan pronto como sea posible. «El proyecto se encuentra ya sobre la mesa», informó el encargado de urbanismo de la capital alemana, Andreas Geisel.
También Baviera, Baden-Württemberg, Renania del Norte-Westfalia y Hamburo quieren ponerla en funcionamiento tan pronto como sea posible. Sin embargo, deberá ser analizada aún en muchos estados federados para ver en qué ciudades y localidades es realmente necesario.
Durante el debate de la votación, Maas indicó que la nueva ley pueda aplicarse a cerca de cinco millones de viviendas.
La nueva ley implica también que sea el dueño del piso el que se haga cargo del coste del agente inmobiliario bajo el principio de «quien lo solicita, lo paga». Hasta ahora esto recaía la mayoría de las veces sobre los futuros inquilinos.
Texto: dpa
