
El canciller alemán, Olaf Scholz, expresa hoy su confianza en que los miembros del G7 reunidos en Japón encuentren una postura común respecto a las sanciones contra Rusia y nuevas medidas para que no sea posible eludirlas .
El político socialdemócrata dijo en Hiroshima: «Creo que seremos capaces de ponernos de acuerdo en todos los temas».
El G7 se reúne en Alemania, Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá. La cumbre, que se realizará entre el viernes y el domingo, quiere aprobar una declaración conjunta en la que se introdujeron las elusiones a las restricciones comerciales que se impusieron a Moscú desde el inicio de la guerra de invasión rusa a Ucrania.
Por ejemplo, se acusa a empresas chinas de seguir suministrando a Rusia bienes procedentes de la Unión Europea (UE) que podrían utilizarse para llevar adelante la guerra.
La Comisión Europea recientemente creó un marco legal para restringir determinadas exportaciones de bienes de uso militar a terceros países, pero la iniciativa no fue bien recibida por todos los miembros de la UE, según fuentes diplomáticas.
Se considera que algunos miembros del bloque no pueden tener el valor o la voluntad de incluir países como China en una lista de este tipo, debido a posibles represalias. Para Alemania por ejemplo, China fue el socio comercial más importante en los últimos siete años.
En cambio se da por seguro que el grupo de países democráticos industrializados obtuvo en la declaración final la prohibición de Rusia de exportar diamantes en bruto, un negocio cuyo valor ascendió a millas de millones.
Respecto de las relaciones con China, Scholz reiteró que «la desvinculación del país no es una perspectiva que persiga ninguno de los aquí presentes».
Sin embargo, es necesario organizar las relaciones económicas mundiales de tal manera que los riesgos derivados de la dependencia de uno o unos pocos países no sean demasiado grandes.
«Y por eso, bajo el epígrafe de la reducción de riesgos, la seguridad económica desempeña un papel muy importante en términos de cadenas de suministro, de relaciones de inversión y de seguridad tecnológica», agregó.
En esta ocasión se ha invitado a la cumbre también a varios países asiáticos, entre ellos India e Indonesia, que son los estados más poblados del continente junto con China.
Sobre la sede de la Cumbre, la ciudad de Hiroshima, devastada por la bomba atómica lanzada por Estados Unidos en 1945, el canciller alemán también dijo que espera que los líderes envíen una señal clara contra el uso de armas nucleares.
«Se trata de un lugar muy simbólico. La catástrofe nuclear que se ha vivido aquí nos recuerda a todos que debemos asegurarnos de que nunca se utilicen armas nucleares», dijo.
Scholz se mostró satisfecho de que en la cumbre del G20, entre los países desarrollados y emergentes concentrados en Bali el pasado noviembre, se logrará un claro rechazo al uso de este tipo de armamento y de que el tema volverá a desempeñar un papel importante ahora en el G7.
El viaje del canciller es el primero que realiza de forma oficial desde que ocupa el cargo acompañado de su esposa, la también política socialdemócrata Britta Ernst.
Hiroshima (dpa) – Vie, 19.05.23, 11.32 am