Scholz prepara a los alemanes para una crisis de inflación duradera

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El canciller alemán, Olaf Scholz, preparó hoy a los ciudadanos para una crisis de inflación duradera, en declaraciones en el marco de la reunión de la Acción Concertada celebrada en Berlín.

«La crisis actual no pasará en unos meses», indicó Scholz. La guerra de Rusia en Ucrania y la interrupción de las cadenas de suministro por la pandemia están creando una incertidumbre general, agregó.

«Tenemos que estar preparados para que esta situación no cambie en un futuro previsible», añadió. «Estamos ante un reto histórico».

A petición de Scholz se celebró hoy una reunión de la denominada Acción Concertada con sindicatos, banca y patronales para discutir cómo controlar la evolución de los precios y evitar una «espiral inflacionaria permanente».

La Acción Concertada fue introducida en la década de 1960 y consiste en un formato de búsqueda de consenso en el que representantes de las empresas, la política y los sindicatos, entre otros, intercambian opiniones.

El objetivo de las conversaciones es encontrar instrumentos comunes para contrarrestar la subida de precios en Alemania. Está previsto un proceso más largo con varias reuniones. El Gobierno prevé obtener resultados en el otoño europeo.

«Como país, la única manera de salir bien de esta crisis es mantenernos firmes, ponernos de acuerdo sobre las soluciones», apuntó Scholz. La sociedad es mucho más fuerte de lo que a veces se cree. «Para mí es importante el mensaje: estamos juntos», señaló.

Representantes de sindicatos y los empresarios expresaron hoy su intención de colaborar con el Gobierno federal para evitar, en la medida de lo posible, una recesión.

«Este país se enfrenta a la crisis económica y sociopolítica más dura desde la reunificación», señaló el presidente de la patronal, Rainer Dulger.

«Nos esperan años difíciles», agregó Dulger. «El crecimiento económico constante, como el que experimentamos antes del coronavirus y la guerra de Ucrania, ya no puede darse por sentado».

La líder de la central sindical DGB, Yasmin Fahimi, dijo por su parte que se había acordado no generar una espiral de precios y salarios, es decir, no impulsar la inflación mediante el alza de los salarios.

«Se trata de la perspectiva de 2023 y, ante todo, de hacer todo lo posible ahora para evitar una recesión, estabilizar los puestos de trabajo, mantener las cadenas de valor y asegurar el empleo», dijo Fahimi.

Dulger acotó: «Los salarios no están impulsando la inflación actualmente, pero la gente está sintiendo la inflación». Admitió que los socios de la negociación colectiva -patronal y sindicatos- podrían absorber parte de la inflación. Pero agregó que los políticos podrían ayudar bajando los impuestos y las cotizaciones a la seguridad social.

Berlín (dpa) – Mar, 05.07.22, 12.39 am