¿Té en Alemania? – El arte frisio de tomar el té

OstfriesenteePuede que la cerveza sea la bebida que relacionamos con Alemania por antonomasia, y si pensamos en bebidas calientes quizás se nos ocurran el vino caliente navideño o el café. Sin embargo, la región de Frisia Oriental se caracteriza por su tradición de beber té con un ritual muy peculiar.

Primero se prepara el té y se deja reposar durante cinco minutos. Se coloca un Kluntje (azúcar roca) en cada taza, y sólo entonces, se sirve el té sin llenar la taza, cubriendo justo el azúcar. Si éste hace un chasquido significa que el té está lo suficientemente caliente. Entonces se vierte la nata formando las Wulkje, llamadas así por su apariencia de nubes (Wolken en alemán).

A estas alturas, aún no es momento de tomarlo, ya que antes habrá que liberar la mente de los problemas cotidianos. Ahora sí, comenzamos: primero tomamos la nata, después el té amargo y por último el té endulzado. Por eso se dice que el Ostfriesentee representa las diferentes facetas de la vida: suave, amarga y dulce. Cuidado, no hay que caer en la tentación de removerlo.

Este proceso se repite tres veces, en las que se rellena la taza, tras el cual colocamos la Rohmlepel (cuchara curvada de té) impoluta dentro de la taza, como muestra de que ya no queremos más, haciendo honor al dicho «Dree ist Oostfresen Recht».

Tradición centenaria

El Ostfriesentee es una mezcla de hasta diez tés negros que no se bebe para saciar la sed, sino para crear una atmósfera relajada y como símbolo de hospitalidad. En 2008 cada frisio tomó una media de 290 litros de té. Se dice que el rey Federico II el Grande intentó prohibirlo sin éxito, alegando que los frisios perdían demasiado tiempo bebiéndolo. Cuenta con su propia sociedad, la Ostfriesische Tee Gesellschaft, desde 1907 y un museo en Leer.

¿Conocías está tradición? ¿Has probado el té al estilo frisio? Cuéntanoslo.

Foto cedida por: Jens Wagner

Texto: Nekane Sandoval