El murmullo de las carcajadas artificiales forma parte de muchos formatos, ya se trate de una serie estadounidense o de una comedia para el cine. Los psicólogos de la universidad de Maguncia han descubierto que estas pistas sonoras con risas tienen más influencia en el público de lo que se suponía hasta el momento.
Según los expertos, si las imágenes van acompañadas de risas, los espectadores consideran que la película o el programa son más divertidos, sin que sea relevante si las carcajadas provienen de un público real o de una grabación.
«La presión social puede influir en forma masiva en nuestra percepción», explicó Andreas Baranowski, del Instituto de Psicología de la Universidad de Maguncia, en la capital del estado federado de Renania-Palatinado. «Esto vale en especial para las situaciones que no son muy claras. En este caso somos muy sensibles en cuanto a la reacción emocional de los demás», agregó el experto.
Los investigadores observaron en qué medida el público se dejaba influir por risas artificiales o reales, pero también por gritos introducidos en la banda sonora de películas que más bien provocan temor.
Según los resultados del estudio, mientras que en el caso de las películas cómicas la risa -ya sea artificial o real- era contagiosa, los gritos de miedo solamente despertaban temor cuando era reales.
En un laboratorio universitario convertido en sala de cine, los psicólogos observaron las reacciones de 110 personas, a las que mostraron escenas de comedias y películas de terror así como secuencias de películas neutrales en cuanto a humor o miedo.
Maguncia (Alemania), 4 sep (dpa)