El Vaticano ha abierto al público la tumba del recientemente fallecido Papa emérito alemán Benedicto XVI.
El domingo, los visitantes de la Basílica de San Pedro pudieron descender a la cripta donde fue enterrado el jueves el hombre de 95 años.
Sobre su tumba, cubierta por una losa de piedra con su nombre, hay una escultura de piedra en la pared. La cripta contiene las tumbas de numerosos papas.
Benedicto yace en la tumba de su predecesor polaco Juan Pablo II, cuyos restos fueron trasladados arriba a la basílica para su beatificación en 2011.
Benedicto murió en la mañana de la víspera de Año Nuevo en el convento Mater Ecclesiae (Madre de la Iglesia) del Vaticano, donde vivió en los años posteriores a su renuncia en 2013. Nacido en Baviera, el teólogo conservador fue jefe de la Iglesia Católica desde 2005 hasta 2013.
Georg Gänswein, confidente y secretario privado de Benedicto XVI durante mucho tiempo, ahora va a liquidar su patrimonio privado, escribe Gänswein en el libro en italiano, cuyo título se traduce como «Nada más que la verdad», que será publicado por la Editorial italiana Piemme el jueves.
Gänswein recientemente causó revuelo cuando escribió que estaba sorprendido cuando el Papa Francisco lo suspendió como prefecto de la casa papal en 2020 y cuando dijo en entrevistas que a Benedicto le dolía el corazón cuando Francisco restringió severamente la misa tradicional en latín.
Vaticano (dpa) – Lun, 09.01.23, 17.01 pm