La ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, confirmó hoy la compra de aviones militares furtivos F-35 fabricados en Estados Unidos, en una adquisición que calificó de importante.
«Después de considerar detenidamente todas las opciones que estaban sobre la mesa, he decidido iniciar la adquisición de aviones F-35 para la tarea de reparto nuclear», informó hoy la titular germana de Defensa.
La ministra declaró que el F-35 ofrece un potencial único de cooperación con los aliados de la OTAN y otros socios en Europa.
Según explicó, desde hace más de dos años se buscaba una solución para el sucesor de los «envejecidos» Tornados y ahora se ha dado un paso importante en el equipamiento de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas).
Las unidades de la empresa estadounidense Lockheed Martin serán adquiridas como modelo sucesor de la flota Tornado, introducida hace más de 40 años.
El F-35 está considerado el avión de combate más moderno del mundo. Debido a su forma especial y a su revestimiento exterior, el aparato es difícil de detectar por los radares enemigos.
El llamado reparto nuclear es un concepto de disuasión de la OTAN en el que los aliados tienen acceso a las bombas nucleares estadounidenses.
Fuentes gubernamentales indicaron a dpa que las Fuerzas Armadas alemanas planean adquirir hasta 35 de los aviones furtivos.
Alemania parece haber descartado las preocupaciones anteriores de que la compra del F-35 pudiera contrarrestar los planes conjuntos con Francia de construir un avión de combate europeo (FCAS/ «Future Combat Air System»).
En el caso del F-35, recientemente se señaló que los socios de la alianza estratégica OTAN en Europa también utilizan este modelo, por lo que es posible que surjan «efectos de sinergia» en la operatividad.
El Gobierno del actual canciller, Olaf Scholz, se había propuesto sustituir los aviones Tornado en el acuerdo de coalición elaborado con Los Verdes y liberales tras las elecciones federales de septiembre.
Acosado por las denuncias de equipos obsoletos durante años, el Ejército alemán está ahora modernizando sus existencias.
El mes pasado, Scholz anunció un aumento masivo del gasto en defensa que, según él, hará que las inversiones del país superen el compromiso clave del dos por ciento del producto interior bruto, ya que el conflicto en Ucrania obliga a Berlín a replantearse su política exterior.
Scholz declaró que el Ejército alemán recibirá 100.000 millones de euros (113.000 millones de dólares) para inversiones y proyectos de armamento con cargo al presupuesto federal.
Berlín (dpa) – 15.03.22, 11.00 am