La ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, quiere que Irán rinda cuentas por la violencia contra los manifestantes pacíficos. En el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tuvo éxito con una iniciativa germano-islandesa.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha decidido iniciar una investigación independiente sobre la continua violencia del aparato de seguridad iraní contra personas que se manifiestan pacíficamente. Los expertos deben documentar las violaciones de los derechos humanos y recopilar evidencia para que los responsables de la violencia algún día puedan rendir cuentas, como dijo la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, en Ginebra. Alemania e Islandia habían presentado una resolución correspondiente. El Consejo de 47 países votó a favor, 25 a 6, con 16 abstenciones. El elevado número de aprobaciones superó todas las expectativas en los países occidentales. Los aplausos estallaron en el salón después de la votación.
Baerbock había venido específicamente para dar voz a las miles de personas en Irán que están haciendo campaña únicamente por una vida digna y sin discriminación, como ella dijo. El mundo no debe quedarse de brazos cruzados mientras «personas inocentes, madres, padres, hermanas, hermanos e hijos son asesinados». China intentó en el último minuto eliminar el párrafo que pedía la investigación independiente de la resolución. El consejo votó en contra por amplia mayoría.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, habló de una tiranía en Irán. Según su oficina, más de 300 personas han muerto desde que comenzaron las protestas a mediados de septiembre. Pidió la liberación de más de 14.000 personas detenidas en relación con las protestas. Los participantes y periodistas serían etiquetados como “agentes de enemigos y estados extranjeros”. Esa es la narrativa típica de la tiranía.
Un representante del gobierno iraní criticó a los estados occidentales como hipócritas arrogantes. Están violando los derechos humanos de los iraníes a través de las sanciones, que se han cobrado muchas vidas, dijo Khadijeh Karimi, vicepresidenta adjunta de Asuntos de la Mujer y la Familia. Un diplomático de Irán afirmó antes de la votación que el «régimen alemán» y las fuerzas de seguridad estaban reprimiendo incluso a manifestantes pacíficos en Berlín, Stuttgart y otros lugares que exigían más justicia social.
Los derechos humanos no dejan lugar a interpretaciones, dijo Baerbock. El derecho a la libertad de expresión está garantizado y también se aplica en Irán. «El Consejo de Derechos Humanos fue creado para ser la voz de las personas cuyos derechos indivisibles están siendo negados en sus propios hogares», dijo más tarde a los periodistas. «Cuando se abusa del derecho a la soberanía para oprimir al propio pueblo y, por lo tanto, pisotear la Carta de las Naciones Unidas, las Naciones Unidas deben alzar la voz».
La imagen de una niña iraní arrodillada en el polvo junto al ataúd de su madre gritando al cielo se mete debajo de su piel, dijo Baerbock. Ella misma había estado en muchas manifestaciones, a veces con cochecitos. En los países democráticos, no hace falta decir que después puedes volver a casa sano y salvo.
Ginebra (dpa) – Vie, 25.11.22, 10.53 am