Además, los solicitantes de asilo que cometan algún delito verán perjudicadas sus posibilidades de que les reconozcan la condición de refugiados. El ministro federal de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, dijo hoy en Berlín que la medida no se dirige contra los refugiados: «Sobre los extranjeros criminales se cierne una amenaza de expulsión, lo cual servirá también para protejer a los cientos de miles de refugiados que viven pacíficamente entre nosotros y no se merecen que los metan en la misma bolsa de los delincuentes».
La reforma es consecuencia del masivo escándalo provocado por una ola de asaltos delictivos registrada la pasada Nochevieja en el centro de Colonia. El proyecto legal dice que los extranjeros y los solicitantes de asilo que cometen delitos «de relevancia» perjudican la paz social y la aceptación de inmigrantes y refugiados en el país. Los primeros perjudicados, dice la ley, son los inmigrantes que cumplen la ley y siguen las normas.
La pasada Nochevieja, un número indeterminado de hombres jóvenes rodeó durante horas en el centro de Colonia a diversas mujeres , a las que robaron o asaltaron sexualmente. Hubo cientos de denuncias por robo y delitos sexuales. La fiscalía ha identificado a 35 sospechosos de participar en los asaltos. La mayoría de ellos procede del norte de África.
Berlín, 27 ene (dpa)
Me parece muy bien que Alemania tome la decisión de expulsar del país a todos aquellas personas que no actúen cómo tales, en su comportamiento.
Un 10 para Alemania.
Un saludo