El cineasta Werner Herzog cumple 75 años con un pie en la Luna

carretePoco antes de soplar las velas de su 75 cumpleaños, el cineasta alemán Werner Herzog podría sumar un premio más para su colección: su documental ‘Into the Inferno’, en el que ahonda en la fuerza natural y espiritual de los volcanes, podría hacerse el próximo 5 de octubre con un Emmy en la categoría de ciencia y tecnología.

En el largometraje, el intrépido cineasta vuelve a adentrarse en mundos extremos emprendiendo una travesía global que le llevó a visitar desde el Monte Merapi en Indonesia hasta el misterioso Paektu en la hermética Corea del Norte. El próximo martes 5 de septiembre, este incansable viajero con fama de temerario cumplirá 75 años.

OBJETIVO: LA LUNA

Herzog no descarta hacer un viaje a la Luna con el empresario millonario Elon Musk, propietario de la agencia de turismo espacial SpaceX. «Siempre envían a técnicos al espacio y todavía no han enviado a un poeta allí fuera», bromeó el director en abril durante una entrevista concedida a ‘Los Angeles Times’. «Claro que me llevaría de buena gana una cámara», agregó.

Desde Los Ángeles, ciudad que se ha convertido ya en su segundo hogar, el cineasta no escatima en elogios a la hora de hablar de gente que, como Musk, piensa a lo grande y transmite confianza en sí misma. Tampoco esconde que tras el glamour de Hollywood existe una «enorme intensidad de energía cultural y creativa». «Aquí las cosas se llevan a la práctica», recalca.

Este es un lema que él ha seguido al pie de la letra. Tan solo el año pasado estrenó dos películas. Una de ellas, el thriller rodado en el boliviano Salar de Uyuni, la estrenó en Toronto. «Soy la única persona clínicamente sana que conozco en toda la producción cinematográfica. Normalmente no pongo a nadie más en riesgo», aseguró entonces en una entrevista con dpa.

FAMA DE TEMERARIO

Sin embargo, añadió, durante una década fue acusado de imprudente, de ser «un director que por una maldita película empuja a otras personas a su muerte». Eso «generó una avalancha de acusaciones locas y tengo que vivir con eso», agregó.

Herzog no dudó tampoco en convertir a Nicole Kidman en la investigadora Gertrude Bell para ‘La reina del desierto’ después de que un productor le contara la historia de esta aventurera revolucionaria. «Me trajo un montón de copias de sus diarios y de sus cartas. Solo necesité echar un vistazo y ya supe que era algo grande», admitió en una entrevista concedida a dpa en 2015.

El director germano siente especial predilección por personalidades fuertes. Adoró y se peleó con Klaus Kinski, la excéntrica estrella con la que rodó películas en la década de los 70 y de los 80, entre ellas, ‘Fitzcarraldo’, ‘Aguirre, la cólera de Dios’ o ‘Nosferatu, vampiro de la noche’.

Su amor-odio al colérico y genial Kinski lo plasmó en el documental ‘Mi enemigo íntimo’ en el año 1999. «Fue como trabajar en el ojo del huracán, pero siempre mereció la pena», admitió el cineasta en 2011 durante el Festival de Cine mexicano de Guadalajara.

La revista estadounidense ‘Time’ eligió a Herzog en 2009 como una de las cien personas más importantes del mundo. Ese mismo año, su documental ‘Encuentros en el fin del mundo’ estuvo nominado a los Óscar.

CINE SIN SECRETOS

Nacido con el nombre de Werner H. Stipetic, este hijo de madre croata y padre alemán creció en un pueblo de montaña en la frontera con Austria. Estudió Historia y Literatura y llegó por su propio pie al mundo del séptimo arte. Una disciplina que, según señala, no entraña grandes secretos. «Lo que hay que saber sobre cine se aprende solo en una semana», asegura.

En ‘Herakles’ (1962), el director observaba a los culturistas que posaban delante de la cámara. Cuatro años después, en la Berlinale, logró con ‘Últimas palabras’ el Oso de Plata a la mejor ópera prima.

Padre de tres hijos, está casado en terceras nupcias con una fotógrafa. Además de una prolífica carrera cinematográfica que incluye más de 60 películas, Werner Herzog ha escrito libros y se ha encargado de la dirección artística de una docena de óperas.

Entre los numerosos galardones que le han sido otorgados se encuentra también el Leopardo de Oro del Festival de Cine de Locarno a su trayectoria, un trofeo que recibió a los 70 años. Preguntado de dónde sacaba su inspiración para los atípicos argumentos de sus filmes, el artista señaló por aquel entonces que sus películas «son como los ladrones». «Las ideas llegan siempre de manera inesperada a las tres de la mañana. Son invitados con los que uno no cuenta, pero que yo siempre saludo cordialmente», concluye.