Disculpas de Benedicto por abusos en la Iglesia generan controversia

Imagen de Francesco Nigro en Pixabay 

El pedido de disculpas del papa emérito Benedicto XVI a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia católica no acalló el debate sobre el papel que desempeñó durante su etapa como arzobispo de la archidiócesis de Múnich y Freising entre 1977 y 1982.

Las reacciones a la esperada declaración difundida el martes por el Vaticano desataron desde reacciones de ira y decepción hasta «profunda conmoción humana y espiritual».

En su carta, el papa emérito pidió perdón a las víctimas, pero rechazó con firmeza las acusaciones específicas de encubrimiento recogidas en un estudio sobre abusos sexuales en la archidiósesis de Múnich y Freising.

En el escrito, Benedicto señaló que quería expresar su «profunda vergüenza», su «gran dolor» y su «sincera petición de disculpas a todas las víctimas de abusos sexuales».

El antiguo cardenal Joseph Ratzinger fue acusado por no haber reaccionado en cuatro casos de sacerdotes abusadores.

El Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) calificó de insuficientes las disculpas de Benedicto. Fueron declaraciones «relativamente generales», dijo la presidenta del ZdK, Irme Stetter-Karp, al grupo de medios Funke.

«En su confesión falta más empatía hacia las víctimas», destacó la representante de los laicos dentro de la Iglesia católica germana.

Según Stetter-Karp, el papa emérito no dirige su mirada a los hermanos y hermanas y afectados. Por eso, su confesión de culpabilidad «lamentablemente no fue convincente», destacó.

Varios municipios de Baviera, la tierra natal del papa emérito, debaten ahora en cómo afrontar estas declaraciones de su ciudadno ilustre.

Una portavoz de la ciudad de Freising, donde Ratzinger estudió filosofía y teología, dijo que la nueva declaración de Benedicto no cambia la situación, ya de por sí difícil de evaluar. Añadió que se tomará el tiempo necesario para comprender, evaluar y debatir esta compleja cuestión.

En tanto, la oficina de la administración del municipio de Traunstein, donde Ratzinger pasó su infancia y adolescencia, anunció que se va a crear una comisión para clasificar las acusaciones y las responsabilidades.

A diferencia de la breve declaración sobre el informe de Múnich publicada anteriormente por su secretario Georg Gänswein, esta carta lleva ahora la firma del papa emérito, explicó el padre Hans Zollner, miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores.

En una escueta declaración, el arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx, saludó que Ratzinger se pronunciara, pero al mismo tiempo respaldó expresamente a los expertos que él había encargado y remarcó que se tomaba el estudio «muy en serio».

«Subrayo una vez más que la archidiócesis y yo como arzobispo nos tomamos muy en serio el dictamen de los expertos, que también trata de la responsabilidad personal e institucional, especialmente en lo que se refiere al nivel de gestión», dijo Marx. 

Por su parte, la asociación alemana «Eckiger Tisch», que integran víctimas de abuso sexual en la Iglesia católica, se mostró furiosa.

«Para los afectados, este tipo de ‘disculpas’ son realmente difíciles de soportar», señalan. «‘Dolor y vergüenza’: los afectados ya no pueden oírlo», agrega el comunicado de asociación.

También el jurista canónico Thomas Schüller consideró insuficiente la declaración. «¿Qué es lo que falta? Que diga: ‘Pido disculpas y asumo la responsabilidad por los graves errores cometidos en el tratamiento de los abusos sexuales durante mi etapa como arzobispo de Munich-Freising'».

Asimismo, el obispo de la ciudad de Essen, Franz-Josef Overbeck, criticó la declaración de Benedicto XVI sobre el informe de abusos.

«Me temo que la declaración no será de mucha ayuda para los afectados en su proceso de asimilación del pasado», declaró al periódico católico Neues Ruhrwort.

«Me preocupa constatar que las víctimas de violencia sexual reaccionaran con decepción y en algunos casos con indignación ante las declaraciones del papa emérito sobre su época como arzobispo de Múnich y Freising», añadió.

Overbeck dijo que también él esperó «con interés una declaración personal de Benedicto». «Quienes hoy tenemos la responsabilidad en la Iglesia católica debemos posicionarnos inequívocamente ante el grave fracaso institucional que ha causado tanto sufrimiento en la Iglesia», destacó.

Para el director teológico de la casa natal de Benedicto XVI en Marktl am Inn, Franz Haringer, la declaración es «profundamente conmovedora en términos humanos y espirituales».

Ratzinger hizo «un examen de conciencia», según Haringer. «Desearía la misma actitud de algunos que emitieron juicios duros y precipitados sobre el papa emérito en los últimos días».

Roma/Múnich (dpa) – Jue, 10.02.22, 11.07 am