Economistas pronostican un duro invierno para la economía alemana

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay 

Cuellos de botella en la industria, caída del consumo privado por la pandemia. Los problemas han puesto a la economía alemana en un aprieto y en vez de lograr recuperarse, lo que reina es la amenaza de un crecimiento cero a finales de año.

La economía alemana se enfrenta a un duro invierno, según coinciden los expertos de las principales entidades financieras y económicas locales. 

«Luego del boom económico del verano, en el mejor de los casos alcanzaría para registrar un minicrecimiento a finales de año», declaró Katharina Utermöhl, del Grupo Allianz, en una encuesta de dpa. 

Marc Schattenberg, del Deutsche Bank, prevé incluso un crecimiento cero para los próximos meses. «Estimo que el crecimiento económico se estancará en el semestre de invierno» europeo, dijo.

Alemania se encuentra a la cola del crecimiento económico en la eurozona. Utermöhl pronostica solo un 2,7 por ciento para este año en curso. Se estima que el crecimiento promedio en la eurozona será de un 5,0 por ciento. 

El trasfondo de la situación es la caída del gasto de los consumidores, en especial por el fuerte aumento de los contagios de coronavirus.

Los problemas estructurales de la industria fueron compensados durante mucho tiempo por un auge del consumo privado, entre otras cosas por los efectos de la recuperación luego de los confinamientos por la pandemia. 

«Estamos viendo que el consumo en el sector de los servicios también se está ralentizando de nuevo», dijo Veronika Grimm, miembro del consejo de expertos económicos del Gobierno alemán.

Grimm sin embargo acotó el tema: «El impacto en la economía seguirá siendo limitado». Los sectores económicos principalmente afectados, como la cultura, el turismo y la gastronomía, son rubros que representan solo una pequeña parte del valor añadido bruto. 

La economista jefe del grupo bancario estatal KfW, Fritzi Köhler-Geib, también admitió que las señales no apuntan hacia arriba. «A la vista de estos contratiempos, todos los analistas económicos han revisado a la baja sus previsiones para el año en curso», dijo.

Con la caída del consumo, los sostenidos cuellos de botella en la industria y la persistencia de los altos costes de la energía, la economía alemana está «bajo presión en todos los frentes», afirmó Utermöhl. 

La experta señaló asimismo que la economía ya aprendió a lidiar con estas circunstancias y es probable que las medidas restrictivas sean más selectivas esta vez que hace un año. «En general, sin embargo, calculamos que los recortes en el crecimiento serán menores que en las olas anteriores (de covid-19). Por lo tanto, no esperamos una crisis económica», declaró.

En tanto, en el mercado de trabajo podría registrarse una notable ralentización del proceso de recuperación.

Según señaló Schattenberg, las empresas han aprendido a utilizar el recurso de la jornada reducida. «Nosotros también esperamos que vuelva a haber bastante más trabajo de jornada reducida», dijo Katharina Utermöhl.

La economista dijo que, si se produce un nuevo cierre, esto afectaría sobre todo a subsectores del comercio o la hostelería. En su opinión, las ayudas estatales por el coronavirus deberían ampliarse hasta la primavera europea.

La economista jefe de KfW señaló que las incertidumbres de la pandemia en el mercado laboral se enfrentan a una flagrante escasez de trabajadores cualificados.  

«En la industria nunca se había visto desde la reunificación (alemana) que tantas empresas se encontraran con el obstáculo de la escasez de trabajadores cualificados como en la actualidad», sostuvo Köhler-Geib.  

«Esto demuestra claramente que la escasez de trabajadores cualificados se está convirtiendo en un problema al que las empresas y la política deben prestar más atención urgentemente», subrayó.

Núremberg (dpa) – Mar, 30.11.2021, 10.34 am