El Instituto Goethe, promotor de la lengua alemana, advirtió hoy que teme por la continuidad de algunas de sus instituciones en el extranjero en vista de los drásticos recortes presupuestarios del Gobierno alemán.
La entidad difusora de la cultura y el idioma de Alemania alertó con urgencia de las consecuencias de nuevos recortes en la política cultural y educativa exterior.
El proyecto de presupuesto público para el próximo año prevé nuevos recortes en la financiación institucional. En comparación con 2021, se proyecta una disminución de los fondos de 26 millones de euros (26 millones de dólares), es decir, un 10 por ciento.
«Los recortes sufridos en 2022 han provocado que muchos institutos en el extranjero tengan que interrumpir prácticamente su labor cultural de aquí a finales de año», señala un comunicado de la entidad.
El comunicado del Instituto Goethe señala que Alemania ya ha perdido la confianza de importantes socios de la sociedad civil en muchos países.
«Si los recortes para 2023 continúan como están previstos, el mayor mediador cultural de Alemania tendrá que hacer recortes masivos y, sobre todo, a largo plazo», advirtió la central con sede en Múnich. Incluso no se descartaría el cierre de (sedes de) Institutos Goethe, según señaló.
«En tiempos de crecientes crisis mundiales, es incomprensible que se restrinja hasta este punto la labor cultural y educativa internacional», dijo la presidenta del Goethe-Institut, Carola Lentz.
«Especialmente en vista de los desafíos globales a la democracia y la libertad de opinión y la coexistencia pacífica, esto envía una señal equivocada», consideró.
La financiación para 2022 se ha reducido a 233 millones de euros, frente a los cerca de 250 millones del año anterior. Además, hay una reducción de gastos global de 7,5 millones de euros.
Los fondos especiales adicionales del presupuesto suplementario para Ucrania, que ascienden a 11,7 millones, son de carácter puntual y están asignados. Para 2023, el proyecto de presupuesto prevé ahora una reducción a 224 millones de euros.
El secretario general Johannes Ebert se refirió a las significativas consecuencias de estas medidas.
«Debido a los recortes de este año, definidos a mediados de año, prácticamente no habrá actividades culturales y educativas en los países del suroeste de Europa, América del Norte y del Sur. En otros países se está reduciendo mucho el trabajo», sostuvo.
Ebert dijo que deberán reducirse considerablemente las inversiones futuras en la oferta digital alemana, la formación de profesores de alemán que preparan a los profesionales que se necesitan urgentemente para el mercado laboral alemán, o el apoyo a los actores culturales que defienden la apertura social y la pluralidad en todo el mundo.
«Dado el nivel de los recortes previstos, también sería necesario reducir las estructuras y cerrar (sedes de) Institutos Goethe», declaró Ebert, quien consideró que esto no sería políticamente deseable, especialmente en tiempos de complejos desafíos internacionales.
Lentz señaló que el Instituto Goethe era «un instrumento esencial de entendimiento internacional» para Alemania y afirmó que la entidad está involucrada en los desafíos económicos actuales.
«Sin embargo, nos encontramos en una situación realmente única para Europa desde la Segunda Guerra Mundial. En vista de las nuevas formaciones de bloques geoestratégicos, así como de los espacios de libertad más reducidos, la política cultural y educativa exterior tiene que desempeñar un papel aún más importante que antes», sostuvo.
El Goethe es el instituto cultural de la República Federal de Alemania con representación en todo el mundo.
Con 158 institutos en 98 países, promueve el conocimiento de la lengua alemana en el extranjero, fomenta la cooperación cultural internacional y transmite una imagen actualizada de Alemania. A través de la cooperación con instituciones asociadas, el Instituto Goethe cuenta con unos mil puntos de atención en todo el mundo.
Berlín/Múnich (dpa) – Vie, 02.09.22, 16.29 pm