Estudio germano-estadounidense explica el efecto nocebo de vacunas

Imagen de Vinzenz Lorenz M en Pixabay 

Cerca de dos tercios de las reacciones a las vacunas contra el coronavirus se deben al denominado efecto nocebo, dice un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard y la Universidad Philipps de la ciudad alemana de Marburgo. 

El 76 por ciento de los informes de los pacientes sobre reacciones que afectaron a todo el cuerpo después de la primera dosis de vacunación y el 52 por ciento de los informes tras la segunda dosis podrían atribuirse a esto.

Tal y como indica la ciencia dirigida por Julia Haas, Sarah Ballou y Friederike Bender en el informe publicado en el especialmente revisado «Jama Network Open».

Los efectos placebo y nocebo son conocidos en la medicina. Las expectativas positivas pueden aumentar la eficacia de un medicamento e incluso provocar un efecto en el caso de recibirse una sustancia que carece de acción curativa, lo que se conoce como efecto placebo.

Por el contrario, en el caso del efecto nocebo, la sola expectativa de consecuencias negativas lleva a que estas se sientan realmente.

Este se conoce, por ejemplo, por los efectos secundarios que figuran en los prospectos de los comprimidos, un caso en que la mera expectativa de un perjuicio puede desencadenar dolor o malestar.

Los investigadores analizaron para este informe doce estudios clínicos de la aplicación de diferentes vacunas contra el coronavirus con un total de 45.380 participantes que informaron reacciones a la vacuna. De ellos, 22.802 recibieron la vacuna y los otros 22.578, un placebo sin efecto medicinal. 

Tras la primera dosis, cerca del 35 por ciento de quienes recibieron placebo que sufrieron diversas reacciones a la vacuna, como por ejemplo dolor de cabeza o cansancio. Después de la segunda dosis, el 32 por ciento reportó efectos. 

Entre los pacientes que recibieron la vacuna, el 46 por ciento reportó efectos negativos tras la primera dosis y el 61 por ciento lo hizo después de la segunda. 

Según los científicos, la razón de las reacciones nocebo podría ser la información sobre las posibles consecuencias que suponian los posibles pacientes antes de la vacunación. 

«Hay pruebas de que este tipo de información puede llevar a cabo a que las personas atribuyan sensaciones cotidianas incorrectamente a la vacunación, oa desatar preocupaciones y nerviosismo que hagan a la gente hipersensible a los posibles efectos secundarios», afirmó Ted Kaptchuk, de la Escuela de Medicina de Harvard. 

Los investigadores recomiendan que esto se explique mejor a los pacientes a la hora de vacunar.

Asimismo, apuntan que el pequeño número de estudios analizados y su alta heterogeneidad son factores que limitan los resultados de este estudio. 

Las consecuencias del efecto nocebo fue ampliamente investigado por los científicos. Investigadores de la Clínica Universitaria de Hamburgo-Eppendorf (UKE) informaron hace algunos años que los medicamentos supuestamente más caros intensifican este efecto. 

Las personas que participaron en esta prueba fueron informadas de que entre los efectos secundarios del medicamento que recibirían estaba una mayor sensación de dolor. 

Aquellos que obtuvieron una sustancia cara, sintieron más dolor que el resto luego de tomar placebo. 

Los investigadores explicaron que las expectativas que surgen en el lóbulo frontal influyeron en el procesamiento de estímulos dolorosos en regiones más profundas del sistema nervioso. También se modifica el proceso de los estímulos dolorosos en la médula espinal.

Un caso ocurrido en Estados Unidos puede explicar cuán poderoso puede ser el efecto nocebo. 

Científicos que trabajaron con el psiquiatra Roy Reeves, de la Universidad de Misisipi en la ciudad estadounidense de Jackson, información en 2007 en la revista «General Hospital Psychiatry» acerca de un joven que participó en un estudio sobre antidepresivos y quería suicidarse. 

De hecho, su presión arterial bajó tanto que el joven de 26 años tendrá que volver a una unidad de emergencia. Los medicos sucedieron alli que el hombre pertenecia a la mitad del grupo de voluntarios del estudio que habia recibido un placebo. Cuando el hombre lo supo, los síntomas desaparecieron de inmediato. 

Nueva York (dpa) – Vie, 21.01.22, 10.16 am