Una explosión en un almacén de munición de la policía en el bosque de Grunewald de Berlín provocó hoy un grave incendio que se extendió con rapidez y que está generando enormes problemas a los bomberos por el peligro de que se produzcan nuevas detonaciones.
Las fuerzas de emergencia no han podido acercarse al lugar de la explosión a causa del riesgo.
Los bomberos trazaron un cordón de unos 1.000 metros alrededor del lugar y hasta esta tarde seguían sin poder extinguir el fuego en esta zona debido a la peligrosidad, si bien evitaban que se extendieran más allá de la zona de seguridad, según el director estatal de bomberos, Karsten Homrighausen.
Columnas de humo surgen del bosque al suroeste de la capital, afectado por condiciones de extrema sequedad. Una autopista que cruza el suroeste de la ciudad fue cortada al tráfico y la zona está ampliamente acordonada.
Un portavoz de los bomberos dijo que todavía no se sabía con exactitud cuál era la situación en el lugar de la explosión en el bosque. Se vio afectada una superficie de una hectárea y media, lo que equivale aproximadamente a dos campos de fútbol.
Incluso horas después de que se produjera el incendio, se seguían oyendo detonaciones en el lugar. Sigue sin saberse si la explosión originó el incendio o al revés. El lugar es un centro de almacenamiento en el que la policía detona de forma controlada munición y explosivos.
Según las autoridades hay allí almacenadas unas 25 toneladas de fuegos artificiales y munición de la Segunda Guerra Mundial. Según Thilo Cablitz, portavoz de la Policía de Berlín, el lugar ocupa ocho hectáreas y se estableció en 1950.
Dos veces al año se programan allí explosiones controladas de varios días de duración.
La policía escribió en Twitter que no había zonas alternativas en Berlín que pudieran ser utilizadas para este fin. El recinto está equipado con sistemas de alarma contra incendios, tiene un cortafuegos de varios metros de ancho y prevé el riego permanente de los explosivos almacenados.
El incendio mantendrá posiblemente ocupados a los servicios de emergencia durante los próximos días, dijo Kirstein. También se refirió al calor abrasador, que es estresante para los bomberos y la policía, que tienen que ser sustituidos con más frecuencia. «Pero vamos a apagar el fuego», dijo.
Las Fuerzas Armadas alemanas pusieron a disposición un robot especial que se opera por control remoto y equipado con cámaras que puede acercarse a la zona del incendio.
Las zonas residenciales no están en peligro, según los bomberos. «Lo evitaremos», dijo un portavoz. Los edificios de viviendas más cercanos están a un mínimo de dos kilómetros.
«El bosque está seco», explicó Jan Thomsen, portavoz del departamento regional de Medio Ambiente, Movilidad, Consumo y Protección del Clima de Berlín.
Thomsen agregó que los bosques no habían sido capaces de recuperarse de la reciente ola de calor.
Los bomberos alertaron a la población para que no entre en el bosque.
Los ferrocarriles regionales e interurbanos hacia el oeste están interrumpidos, y la línea de alta velocidad (Intecity) que conecta Berlín con Ámsterdam también se ve afectada.
Las autoridades informaron a la población a través de aplicaciones móviles, para que los residentes mantengan las ventanas y puertas cerradas y que los sistemas de ventilación y aire acondicionado estén apagados.
El pabellón de caza de Grunewald, que permanece cerrado al público debido al incendio, no corre peligro, según anunció hoy mismo la Fundación de Palacios y Jardines de Prusia (SPSG) de Berlín-Brandeburgo.
Berlín (dpa) – Vie, 05.08.22, 10.40 am