Los ciudadanos en Alemania bebieron en 2017 alrededor de 131 litros de bebidas alcohólicas per cápita, comunicó hoy en Berlín la Oficina Central de Adicciones.
Esta cifra correspondería a una bañera llena de bebidas alcohólicas. La cerveza (unos 101 litros al año), el vino (20,9 litros al año) y las bebidas espirituosas (5,4 litros) fueron especialmente populares, según los datos recopilados para la última edición del Informe Anual de Adicciones.
El tabaco, las drogas ilegales, los medicamentos y los juegos de azar también siguen preocupando a los realizadores del informe.
A pesar de que el consumo de alcohol se redujo ligeramente en alrededor de un dos por ciento entre 2016 y 2017, los investigadores siguen viendo motivo de alarma.
«Beber alcohol se considera totalmente normal en Alemania», dijo Christina Rummel, subdirectora gerente de la Oficina Central de Adicciones.
En comparación con el resto de Europa, Alemania sigue siendo un país de alto consumo. Según Rummel, 7,8 millones de alemanes entre los 18 y 64 años son bebedores de riesgo.
Alrededor de 21.700 niños y jóvenes de entre 10 y 20 años fueron hospitalizados en 2017 por intoxicación alcohólica. En 2017, los presuntos autores de 231.300 delitos se encontraban bajo los efectos del alcohol, cifra que equivale al 11 por ciento del total de sospechosos.
Los expertos exigen menos publicidad sobre el alcohol, precios más altos y ventas sólo a partir de los 18 años.
En cuanto a la adicción al tabaco, alrededor de un tercio de los ciudadanos alemanes sigue fumando. Según el anuario, el consumo de cigarrillos se redujo en algo menos del dos por ciento entre 2017 y 2018.
Sin embargo, las ventas de puros y cigarritos aumentaron un 6,5 por ciento, mientras que la cifra de tabaco de pipa y de picadura fina de tabaco fue de casi el tres por ciento.
El fumar está sujeto a los cambios de moda. El aumento de los puros y cigarritos, por ejemplo, podría ser un «efecto hipster». Según los investigadores de las adicciones, casi el 13,5 por ciento de todas las muertes están relacionadas con las consecuencias del tabaquismo.
Con respecto a los medicamentos, entre 1,2 y 1,5 millones de personas dependen de los tranquilizantes y los somníferos, según el anuario, incluidas las personas mayores y las mujeres en particular. Muchos de estos medicamentos podrían ser adictivos. Se considera que entre 300.000 y 400.000 personas dependen de otros medicamentos.
La droga ilícita de uso más común en Alemania sigue siendo el cannabis en adolescentes y adultos. En 2017, se incautaron alrededor de 7731 kilogramos de marihuana, casi un 30 por ciento más que en el año anterior, reveló el anuario.
Las drogas ilegales más duras, como la heroína, también han dejado huellas. En 2018 se registraron 1276 muertes relacionadas con dichas drogas, cuatro más que el año anterior.
Otro punto de estudio fueron los juegos de azar. A los investigadores les sorprendió el aumento del volumen de negocios en el mercado legal alemán de los juegos de azar, a pesar de leyes más estrictas.
Según el anuario, este sector alcanzó una facturación de 46.300 millones de euros en 2017. Las máquinas tragaperras fueron las que más dinero generaron ese año, representando alrededor del 58 por ciento del mercado total.
Alrededor de 180.000 personas en Alemania son consideradas adictas a los juegos de azar, y otras 326.000 tienen problemas con su conducta descontrolada relacionada al juego, cifró el informe.
Berlín, 17 abr (dpa)