Más allá de una foto simbólica: ¿viajará Scholz finalmente a Kiev?

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¿Cuándo viaja a Kiev, señor canciller? El alemán Olaf Scholz ha escuchado en las últimas semanas esta pregunta con distintas variaciones y en innumerables ocasiones y su respuesta siempre ha sido tajante, en ocasiones hasta malhumorada.

El hecho se repitió también el sábado durante el destino final de su reciente gira diplomática por los Balcanes, en la capital búlgara, Sofía.

Un periodista se lo preguntó con motivo de la visita a Ucrania de la presidenta de la Comisión Europea, la también alemana Ursula von der Leyen, y de los ministros alemanes de Salud y de Agricultura, Karl Lauterbach y Cem Özdemir, respectivamente.

«Saludo todos esos viajes. A diferencia de usted, no llegaron a mi conocimiento por sorpresa, sino que estaban claros de antemano», respondió. «Todos tienen un sentido, además, y esa es siempre la pauta para cada viaje», agregó.

Pese a no decir nada nuevo, sin embargo, poco después de aterrizar en Berlín, el dominical «Bild am Sonntag» difundió la noticia de que Scholz viajaría a Kiev antes de finalizar este mes junto con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Mario Draghi.

Aunque sin especificar una fecha concreta, el medio germano la enmarcó antes de la cumbre de los siete países más industrializados del mundo (G7), que comienza el 26 de junio en Elmau (Baviera). Para ello, citó a fuentes de la diplomacia francesa y ucraniana. Hasta el momento no existe confirmación oficial al respecto.

La posible visita se sumaría así a una larga lista de jefes de Estado y de Gobierno que ya han visitado al país atacado por Rusia. Desde que se iniciara el conflicto a finales de febrero, muchos de ellos ya han viajado al país para mostrar su solidaridad.

Todas estuvieron precedidas por el primer viaje que realizaron los primeros ministros de Polonia, República Checa y Eslovenia (Mateusz Morawiecki, Petr Fiala y Janez Jansa, de manera respectiva), quienes viajaron allí a mediados de marzo en un tren especial.

Le siguieron muchos más, entre ellos presidentes de Parlamentos, incluso ministros de Agricultura, Salud o Cultura. También la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, o la banda irlandesa de pop U2, que dio un concierto solidario en una estación de metro que servía de refugio antiaéreo.

Únicamente con Scholz el tema del viaje a Kiev supuso un problema desde el principio. Primero se señaló que ya había estado en una visita inaugural al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, poco antes de que comenzara la guerra.

Luego se produjo el escándalo en torno al presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, que quería ir a Kiev pero fue desinvitado por los ucranianos cuando ya estaba en camino.

Una vez aclaradas dichas tensiones, Scholz dio paso a la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, y dijo después: «No me uniré a un grupo de personas que hacen una visita relámpago para salir en la foto. Si lo hago (viajar), siempre será por cosas muy concretas».

Ahora existe esa «cosa muy concreta» y podría incluso convertirse en un acontecimiento histórico, ya que es probable que en las próximas dos semanas se decida si Ucrania se convierte en candidato a la adhesión a la Unión Europea (UE).

Berlín (dpa) – Lun, 13.06.22, 11.36 am