Médicos alemanes demandaron restricciones más estrictas para frenar el constante aumento de contagios de coronavirus registrado en los últimos días y advirtieron que afectaría el sistema sanitario.
«Hay que tirar definitivamente del freno de emergencia acordado, no debe haber excepciones», urgió Susanne Johna, presidenta del sindicato de médicos Marburger Bund, en declaraciones que recoge hoy el diario «Neue Osnabrücker Zeitung».
«Creo que la situación será aún más crítica a partir de Semana Santa que a principios de año». El colchón de capacidad en las unidades de cuidados intensivos «se derretirá rápidamente», previno en la antesala de nuevas consultas que celebrarán el lunes la canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de los 16 Gobiernos regionales.
Johna sostuvo que «fue irresponsable facilitar la tercera ola y la propagación de las mutantes de esta manera. Como resultado, los hospitales se ven amenazados por la tercera situación extrema en un año», dijo Johna.
El viernes, Merkel recordó que fue pactado con los estados federados un «freno de emergencia» a partir de una incidencia acumulada de siete días de 100 casos por cada 100.000 habitantes.
«Y desgraciadamente tendremos que hacer uso de este freno de emergencia», dijo tras las consultas con los primeros ministros sobre los próximos pasos de la campaña de vacunación.
«Me hubiera gustado que nos arregláramos sin este freno de emergencia, pero eso no será posible en vista de los acontecimientos de los últimos días», agregó.
Los departamentos de salud informaron al Instituto Robert Koch (RKI) 16.033 nuevas infecciones de coronavirus en un día. También se registraron 207 nuevas muertes relacionadas con el virus en 24 horas, según las cifras publicadas por el RKI esta mañana.
El sábado de la semana pasada, el RKI había registrado 12.674 nuevos casos y 239 nuevas muertes en un día. Según el RKI, el número de nuevas infecciones notificadas en un plazo de siete días por cada 100.000 habitantes (incidencia de siete días) fue de 99,9 en todo el país, ligeramente superior al día anterior (95,6).
Los médicos de cuidados intensivos también pidieron volver a restringir los contactos. Alertaron que la incidencia de siete días en todo el país podría aumentar a 200 muy rápidamente si no se interviene, lo que llevaría a un número significativamente mayor de pacientes de cuidados intensivos.
«Desde nuestro punto de vista, solo puede haber una vuelta al confinamiento de febrero», dijo el presidente de la Asociación Interdisciplinaria Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Emergencia (Divi), Gernot Marx, al periódico «Augsburger Allgemeine».
«Todo lo que te permitas hacer ahora, tendrás que pagarlo después con intereses», advirtió Marx.
Por el contrario, el presidente de la patronal, Rainer Dulger, pidió una mayor apertura de la economía. Es una necesidad urgente, «porque nos encontramos en un punto de inflexión en el que muchas empresas se están quedando sin aliento», declaró el titular de la Confederación de Asociaciones Empresariales Alemanas (BDA) al periódico «Welt».
Merkel y los primeros ministros regionales llegaron el viernes por la tarde a un acuerdo sobre cómo proceder a la vacunación en virtud del cual los médicos de cabecera se encargarán de la vacunación rutinaria contra el coronavirus inmediatamente después de Semana Santa.
En el futuro, se calcula que los centros de vacunación recibirán de forma fiable 2,25 millones de dosis a la semana, cantidad que supera a la que irá a las consultas médicas.
Además, se acordaron dosis de vacunación adicionales para cuatro estados federados con fronteras exteriores con Francia y la República Checa, así como para Turingia, que está cerca de la frontera.
Los médicos de cabecera se manifestaron descontentos con la decisión. «Estamos dispuestos a vacunar, y no queremos solo encargarnos de las sobras», declaró el presidente de la Asociación Alemana de Médicos Generalistas, Ulrich Weigeldt, a los periódicos del grupo de medios «Funke».
Berlín, 20 mar (dpa)