Merkel lanza su posible sucesor Olaf Scholz a la palestra mundial

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay 

La canciller alemana saliente, Angela Merkel, decidió despedirse del escenario mundial después de 16 años con un gesto inusual en la cumbre del Grupo de los Veinte Países Industrializados y Emergentes (G20) en Roma.

El ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, estuvo a su lado en la cumbre celebrado este fin de semana en Roma, ya sea en el breve encuentro con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en las conversaciones sobre el conflicto nuclear con Irán o en las consultas con un socio difícil como el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Es habitual que el titular de Finanzas acompañe a la canciller a las reuniones del G20. Scholz lo hizo en 2019 con el entonces presidente estadounidense Donald Trump y en otra ocasión con Erdogan.

Pero estos tiempos no son normales: es probable que el socialdemócrata suceda pronto a Merkel en la cancillería. En Berlín, el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz negocia con Los Verdes y el Partido Liberal (FDP) un gobierno de coalición. Es muy posible que sea elegido como próximo canciller a principios de diciembre.

También Merkel parece tener pocas dudas al respecto. Quien haya visto a la canciller y a Scholz juntos en Roma se pudo llevar la impresión de que ambos se llevan realmente bien.

Merkel tomó asiento en las reuniones de trabajo entre el francés Emmanuel Macron y el indio Narendra Modi. Solo necesitó darse vuelta para coordinarse con Scholz, ubicado en una mesa justo detrás de ella.

Al observar una escena antes de la primera sesión de trabajo del sábado, se podía tener la sensación de que reinaba una gran confianza. Merkel de pie, muy relajada, con Scholz, su sherpa en la cumbre, Lars-Hendrik Röller, y el secretario de Estado de Scholz en la cartera de Finanzas, Wolfgang Schmidt.

Merkel incluyó a Scholz en la reunión bilateral más importante, la mantenida con Joe Biden. Elementos de muestra el visual no fue elegido al azar: Biden y Scholz estuvo sentados uno frente al otro en primer plano, a la izquierda y la derecha de la mesa, mientras que la canciller quedó ligeramente replegada en el centro.

La crisis financiera y económica al principio de la gestión, la crisis del euro en el segundo mandato, la crisis migratoria en el tercero y la pandemia en el cuarto han costado mucha fuerza a Merkel, quien ahora quiere dejar el legado en buenas manos.

Si la cancillería no puede ser ocupada por un correligionario democristiano como deseaba Merkel, por lo menos debería ser para alguien de su confianza. En Roma, en todo caso, Merkel dejó pocas dudas de que Scholz encaja en esta categoría para ella.

Una semana antes de la cumbre, Merkel dejó claro en una entrevista con el diario «Süddeutsche Zeitung» que no le preocupaba ser sucedida por un socialdemócrata. «Sé lo que hemos conseguido en los gobiernos que he dirigido», dijo en alusión a tres de los cuatrotos en los que gobernó con el SPD de centro-izquierda.

Uno de los principales mensajes de Merkel y Scholz a los socios del mundo, y probablemente también a los ciudadanos de su país, es el de demostrar continuidad. Algo que estaba claro de antemano. Sin embargo, la claridad con la que ocurrió realmente puede considerar una sorpresa.

Si bien hay muchas diferencias entre ambos, por ejemplo en materia de la lucha contra el coronavirus en el plano mundial, la protección del clima o en materia económica, los dos políticos tienen mucho en común. También su forma de actuar es similar, con tranquilidad, sin agitación y enfocados.

Es probable que Merkel espere que esto tranquilice a la comunidad internacional, dada la importancia que sigue teniendo en cuenta la primera economía de Europa a nivel mundial.

El posible canciller alemán tendrá que superar el hecho de que aún no sea tan conocido en la administración estadounidense. En un comunicado sobre la reunión del sábado, la Casa Blanca lo mencionó como Olaf Schulz en lugar de Scholz y después corrigió el error.

En la rueda de prensa conjunta con su posible sucesor, Merkel dejó claro hoy que la cumbre había sido una buena oportunidad para «estar juntos y señalar que hay una alta probabilidad de que el señor Scholz sea el próximo canciller de la República Federal de Alemania» .

Sin embargo, que había quedado claro para todos «que el canciller no es elegido por la señora Merkel al participar en las conversaciones, sino que es elegido por el Bundestag (Parlamento) alemán».

Roma (dpa) – Mar, 02.11.2021, 10.16 am