El juicio contra Lutz Bachmann, líder del movimiento islamófobo y xenófobo alemán Pegida, acusado de incitar a la xenofobia, comenzó este en el juzgado de instrucción de Dresde, en el este de Alemania.
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El fundador de Pegida (siglas en alemán de «Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente») está acusado por la Fiscalía alemana de incitar al odio contra los extranjeros a través de sus comentarios colgados en septiembre de 2014 en la red social de Facebook, en los que los calificaba de «ganado», «andrajosos» y «chusma».
Simpatizantes de Pegida recibieron al alemán de 43 años frente al edificio del tribunal con una ovación y reclamaron con pancartas su absolución. Al mismo tiempo, un grupo de contramanifestantes exigió su ingreso en prisión.
Bachmann, que se enfrenta a cinco años de prisión en caso de ser declarado culpable por la Justicia alemana, acudió al tribunal con unas «gafas de censura», unas gafas negras con forma rectangular que emulan a la forma con que se protege la identidad de las personas cuando se publican imágenes de ellos en la prensa. También su mujer Vicky y sus acompañantes acudieron con dichas gafas.
El líder de Pegida rechazó las acusaciones en el incio del juicio. Su abogada, Katja Reichel, alegó que el acusado no escribió los comentarios de Facebook y que no existe prueba alguna que demuestre lo contrario. Al mismo tiempo recordó que las cuentas de Facebook se pueden hackear. Más allá de eso, este tipo de declaraciones se permiten dentro de la libertad de expresión, indicó.
La Fiscalía lo acusa de incitar a la xenofobia. El fiscal Tobias Uhlemann leyó los comentarios publicados en Facebook y afirmó que con ellos Bachmann quería desatar disturbios. Atacó la dignidad humana de los refugiados que llegan a Alemania a los que insultó para incitar al odio contra ellos, explicó.
La defensa solicitó el sobreseimiento del proceso y denunció que ya existe una «precondena del acusado» en los medios de comunicación. «Eso contraviene la base para un proceso justo», alegó.
El movimiento Pegida empezó sus protestas el 20 de octubre de 2014 en Dresde, capital de Sajonia, con algunos centenares de participantes y fue desarrollándose hasta llegar a aproximadamente 25.000 personas en algunos momentos.
Lo que en un principio se vio como una manifestación intrascendente fue creciendo gracias a la gran atención mediática e institucional, que contribuyó a hacer del movimiento islamófobo Pegida una de las novedades políticas alemanas con mayor éxito de los últimos años.
Pegida perdió después fuelle debido a luchas internas, pero cobró nuevo impulso por el creciente temor que despierta en muchos alemanes el flujo incesante de refugiados, que en 2015 llegó a los 1,1 millones de personas.
Dresde (Alemania), 19 abr (dpa)
