La ciudad alemana de Schwerte acogerá próximamente a 21 refugiados en el antiguo campo de concentración de Buchenwald, uno de los más significativos de la era nazi.
Esta situación ha creado cierta controversia, pero el alcalde de la ciudad, Heinrich Böckelühr, se ha mantenido firme ante esta decisión, definiéndola como “adecuada”.
Buchenwald, que estuvo activo desde 1937 a 1945, fue habitado por presos destinados a trabajos forzados en la reparación de vías ferroviarias. Los edificios localizados en Schwerte fueron demolidos al final de la Segunda Guerra Mundial y posteriormente reconstruidos en los años 50. Hasta ahora el emplazamiento ha tenido usos de diferentes características como residencia de artistas o “Kindergarten”. Incluso ha sido utilizado ya como refugio.
Böckelühr cuenta con el apoyo del consejo de la localidad, exceptuando al partido “Die Linke” (La Izquierda). Por el contrario, esta iniciativa no ha tenido tanta acogida por parte de la primera ministra regional de Renania del Norte- Westfalia Hannelore Kraft, quien ha solicitado la propuesta de revisión de este plan de ubicación.
En Schwerte es notable la preocupación existente por la búsqueda de asilo para refugiados. La ciudad cuenta ya con 175 personas distribuidas en diferentes casas, pero el abarrotamiento y la escasez de oferta ha producido esta nueva situación y con ello el empleo de estos emblemáticos edificios.
Fuentes oficiales de las Naciones Unidas afirman que Alemania contó en 2014 con su índice más alto de gente en busca de asilo en las últimas dos décadas, con números por encima de Francia y Estados Unidos.
