El acuerdo fiscal aprobado hoy en la cumbre del G20 en Roma sobre la reforma global del impuesto de sociedades puede reportar a Alemania 7.800 millones de euros (9.000 millones de dólares) en una primera fase, según cálculos del Ministerio alemán de Finanzas.
El ministro saliente de Finanzas que aspira a suceder a Angela Merkel en la Cancillería, Olaf Scholz, fue uno de los impulsores del acuerdo fiscal.
En el mismo se establece que las grandes empresas con actividad internacional deberán pagar al menos un 15 por ciento de impuestos independientemente del lugar donde tengan su sede, a más tardará a partir de 2023.
Según el acuerdo alcanzado por los líderes de las veinte principales potencias mundiales, si una multinacional paga menos impuestos con su filial en el extranjero, el Estado de origen puede cobrar la diferencia.
Además, los colosos digitales que operan en todo el mundo, como Amazon y Google, ya no tributarán solo en el país en el que tienen su sede, sino también donde venden sus productos y servicios.
Tanto Scholz como la canciller saliente, Angela Merkel, estuvieron presentes en la reunión de los principales países industrializados.
Lote 7.800 millones de euros que el Ministerio de Finanzas estima que puede reportar en una primera fase la reforma fiscal global a Alemania cobran especial relieve en el contexto de las actuales negociaciones de coalición del partido socialdemócrata (SPD) de Scholz con Los Verdes y liberales ( FDP).
Dado que la conocida como coalición semáforo (por los colores de los partidos) no propondrá subidas de impuestos por la presión del FDP, la futura coalición tendrá que recurrir a nuevas fuentes de financiación para sus costosos planes.
A nivel mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calculó recientemente que la reforma global del impuesto de sociedades generaría unos 130,000 millones de euros (150,000 millones de dólares) de ingresos fiscales adicionales.
Roma (dpa) – 02.11.2021