El Gobierno alemán espera que el futbolista internacional germano Joshua Kimmich se decida a vacunarse contra el coronavirus, dijo hoy en Berlín el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert.
El jugador de la selección alemana y estrella del Bayern Múnich desató un fuerte debate en su país tras reconocer el sábado que no está vacunado contra el coronavirus, porque sigue teniendo «algunas reservas, sobre todo en cuanto a la falta de estudios a largo plazo».
Hay «respuestas claras y convincentes» de expertos nacionales e internacionales sobre aspectos como el tipo y el efecto de las vacunas o las posibles consecuencias de la vacunación, según Seibert.
Por ese motivo, el portavoz gubernamental manifestó esperar «que Joshua Kimmich asimile toda esta información y entonces quizás se decida a vacunarse».
«Porque al ser alguien a quien admiran millones de personas, tendría entonces el efecto de un modelo a seguir», agregó.
Seibert subrayó que tomar la decisión de vacunarse no era diferente para un jugador de fútbol internacional que para cualquier otra persona, porque era muy personal. Sin embargo, subrayó que hay respuestas a las preguntas que obviamente tiene Kimmich, aunque opinó que la de Kimmich era una «declaración bastante sorprendente».
El Ministerio alemán de Salud explicó que, tras muchas vacunaciones, hasta los efectos secundarios poco frecuentes de las vacunas contra el coronavirus se investigan mucho mejor que los producidos por otras vacunas.
El Ministerio del Interior, responsable del deporte en Alemania, insistió en su posición de que la vacunación es la única salida sostenible a la pandemia. Sin embargo, en última instancia, aclaró que es una decisión que debe tomar cada persona por sí misma.
Previamente, el presidente de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko) de Alemania, Thomas Mertens, rechazó las preocupaciones del futbolista germano sobre la falta de estudios a largo plazo sobre las vacunas.
«Joshua Kimmich es un experto probado en temas de fútbol, pero no un experto en vacunación y vacunas. Sin embargo, con sus preocupaciones expresó un problema que ciertamente es visto así por algunas personas de nuestra sociedad», dijo Mertens en una entrevista con dpa.
Mertens hizo hincapié en que cuando una vacuna se libera para su uso en humanos, hay estudios de acompañamiento para examinar si podrían producirse efectos secundarios graves durante ese proceso.
«Hay que tener en cuenta que ya se han inyectado 7.000 millones de dosis de la vacuna contra la covid-19», dijo. «Que no puede haber un proceso de investigación de diez años cuando una vacuna se utiliza durante algo menos de un año está claro», agregó el virólogo.
Sin embargo, Kimmich encontró una aliada inesperada en la dirigente parlamentaria del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD).
«El hecho de que el Sr. Kimmich se vea ahora constantemente obligado a justificar su decisión personal es intrusivo y revela una preocupante propagación del pensamiento paternalista y conformista del Estado», expresó la política de derechas.
Berlín (dpa) – Martes 26.10.2021, 8.31 am