Familia alemana busca la autorización para comercializar leche de camella en toda Europa. Sus virtudes: más vitaminas y beneficiosa contra el cáncer.
Una familia alemana de Baja Sajonia obtuvo la autorización provisional para comercializar leche de camella en Europa, informó Beke Marquard, de la granja homónima.
«Somos los únicos que ordeñamos (camellas) en Alemania y hasta ahora hemos vendido la leche fresca en la granja», señaló Marquard, de la localidad de Hiddingen.
Para la comercialización en toda Europa, la leche camélida debe ser pasteurizada. Para ello, y junto con su marido Andreas Marquard, utiliza un delicado proceso a 72 grados durante un minuto.
Marquard comentó que ya recibió solicitudes, desde Berlín y la región del este del macizo del Harz, para producir helado de leche de camella, así como también desde Austria para la producción de queso.
«Con toda probabilidad se concederá la autorización definitiva en noviembre», afirmó Hiltrud Schrandt, portavoz de prensa de la Oficina para la Protección del Consumidor y la Seguridad Alimentaria del estado federado de Baja Sajonia en Oldenburg.
El litro de leche de camella cuesta once euros (unos 12,80 dólares), el sabor es similar al de la leche de vaca pero, según algunos estudios, tiene un mayor contenido de vitaminas.
Se dice asimismo que este líquido tan especial, originalmente una bebida beduina, tiene una influencia positiva en la lucha contra células cancerígenas, las alergias y la diabetes debido a sus ingredientes.
Luneburgo (Alemania), 3 nov (dpa)
