El presidente de la Confederación de Asociaciones de Empleadores Alemanes advirtió al gobierno alemán que no imponga un embargo de gas inmediato a Rusia, advirtiendo que la economía alemana no estaba preparada para tal medida.
Georg Knill, presidente de la Federación de la Industria de Austria, se unió a Rainer Dulger para advertir que la prohibición precipitada de todas las importaciones de gas ruso podría provocar un aumento de los precios, una disminución de la producción y paralizaciones en la producción.
Hasta ahora, la UE ha aceptado un embargo de las importaciones de carbón ruso y un embargo parcial de las importaciones de petróleo ruso, pero, hasta el momento, ningún embargo de gas.
Un embargo de gas solo terminaría debilitando las economías alemana y austriaca, argumentaron los dos líderes de la industria, y agregaron que un embargo de gas podría tener un impacto en los niveles de empleo e incluso en las finanzas «con las que cumplimos con nuestras obligaciones internacionales».
Argumentando que tanto Alemania como Austria querían seguir siendo socios fuertes en la comunidad internacional, la pareja enfatizó que: «Para esto, necesitamos una economía fuerte y mercados laborales estables».
«El liderazgo político de Rusia debe sentir que esta guerra tiene consecuencias, también en el sector económico y financiero. Los costos para la economía rusa deben ser y serán altos», dijo la pareja en un comunicado, y agregó que cualquier nueva sanción tendría que perjudicar la economía rusa más que la doméstica.
Berlín (dpa) – Mar, 07.06.22, 11.05 am