En la conferencia mundial sobre el clima en Egipto, los estados económicamente fuertes del G7, junto con casi 60 países particularmente vulnerables, lanzaron un escudo protector global contra los riesgos climáticos.
El proyecto, que impulsa Alemania con 170 millones de euros, fue anunciado por el canciller Olaf Scholz a principios de semana en la COP27. El lunes, la ministra de Desarrollo de Alemania, Svenja Schulze, dijo en Sharm el Sheikh que el objetivo era que la ayuda estuviera disponible rápidamente en caso de crisis. Sin embargo, se necesitan más compromisos financieros de otros países, eso es obvio.
Según el Ministerio de Desarrollo de Berlín, los primeros países receptores incluyen a Bangladesh, Costa Rica, Fiji, Ghana, Pakistán y Senegal. El ministro de Finanzas de Ghana, Ken Ofori-Atta, habló de un proyecto «pionero». Preside el grupo de estados V20, especialmente golpeado por desastres como huracanes, sequías o inundaciones, cada vez más frecuentes a raíz de la crisis climática. La alianza ahora incluye 58 países en África, Asia, el Pacífico y América Latina, que albergan alrededor de 1.500 millones de personas.
Schulze dijo: «Alemania cumple con su responsabilidad de apoyar a los países pobres y vulnerables y a su gente para hacer frente a las pérdidas y los daños». El tema, llamado «pérdida y daño» en la jerga de la ONU, es un punto de discusión en la reunión de la ONU: los estados pobres que emiten pocos gases de efecto invernadero exigen con vehemencia una compensación de los países industrializados en Sharm el Sheikh por los daños inevitables a raíz de la crisis climática.
Las críticas al escudo protector provinieron de ambientalistas, quienes hablaron de una táctica de distracción porque, en su opinión, mucho debería ser sobre financiamiento de seguros. Teresa Anderson de ActionAid International dijo que los estados ricos del norte podrían querer subsidiar a sus propias compañías de seguros. Esto va más allá de las necesidades de las sociedades en la “primera línea de la crisis climática”. Harjeet Singh de la Red de Acción Climática enfatizó que la demanda de una olla de dinero bajo el paraguas de la ONU se mantendría.
Schulze dijo que la preocupación del G7 con el paraguas no se trata de tácticas, y mucho menos de impedir negociaciones formales de la ONU sobre víctimas y daños. El proyecto tampoco es la única solución. Sin embargo, serían posibles soluciones a medida para cada país, por ejemplo, el fortalecimiento de los sistemas sociales, soluciones de seguros o ayuda financiera rápida, por ejemplo, para la construcción de un puente destruido.
Sharm el Sheikh (dpa) – Vie, 14.11.22, 16.43 pm