El líder de la Unión Social Cristiana (CSU), Markus Söder, aceptó hoy el claro voto de la dirigencia de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) a favor de su líder, Armin Laschet, como candidato a canciller del bloque conservador.
«Mi palabra, que he dado, sigue vigente», dijo hoy en Múnich el primer ministro bávaro. «La suerte está echada, Armin Laschet será el candidato a canciller de la Unión (CDU-CSU)», añadió.
Söder dijo que apoyará a Laschet sin rencor y con todas sus fuerzas, que ahora es importante estar unidos. El político bávaro pone así, unas doce horas después de que el comité ejecutivo federal de la CDU se decantara por Laschet, punto final al tira y afloja por la candidatura, que se prolongó más de una semana.
Sin embargo, no está claro aún si el controvertido debate llega así realmente a su fin. Se espera ahora con impaciencia la reacción del grupo parlamentario del bloque conservador en el Bundestag (Parlamento alemán) esta tarde, así como la reacción de las bases de la CDU en los próximos días, donde Söder también fue apoyado.
Laschet recibió el apoyo de 31 miembros del comité ejecutivo federal de la CDU en una reunión extraordinaria virtual que finalizó esta madrugada, tras más de seis horas de deliberación. Nueve miembros votaron por Markus Söder y hubo seis abstenciones.
El bloque conservador CDU/CSU, que actualmente integra el Gobierno alemán en coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD), elige tradicionalmente un candidato conjunto a canciller.
Pero este año, los jefes de ambos socios quieren el puesto, y no había señales de que ninguno estuviese dispuesto a ceder para intentar suceder a Merkel, que este año se retira de la escena política.
El lunes, Söder dijo que correspondía a la CDU, el partido más grande de la alianza, tomar la decisión. «Nosotros, como CSU, y también yo mismo, respetaremos cualquier decisión que se tome», declaró.
No obstante, también hubo hoy comentarios críticos desde la CSU. Alexander Dobrindt, presidente del grupo parlamentario regional de la CSU en el Bundestag, dijo hoy en Berlín que el procedimiento «deja definitivamente algunos signos de interrogación», pero que este había dado un resultado con el que «hay que vivir».
Berlín, 20 abr (dpa) –