La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente, Frank-Walter Steinmeier, viajaron hoy a la ciudad de Kiel para conmemorar el 29 aniversario de la reunificación de Alemania, en el conocido como Día de la Unidad alemana.
A ellos se unieron el presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble, y el jefe del Gobierno regional de Schleswig-Holstein y presidente de la Cámara Alta, Daniel Günther, para firmar el Libro de Oro de la ciudad.
A continuación, asistieron a una misa ecuménica, seguida de una ceremonia oficial en la que Merkel pronunció un discurso y rindió homenaje a los logros de los alemanes orientales por la superación de la dictadura del Partido Socialista Unificado (SED) en la República Democrática de Alemania (RDA) y en la reunificación de Alemania.
La revolución pacífica de 1989 tuvo éxito porque la gente «ya no quería ser privada de su emancipación», dijo Merkel.
En su opinión, desde la reunificación, se ha logrado mucho, sin embargo, muchos alemanes del este no asocian únicamente el proceso con experiencias positivas, ya que muchos sufrieron conflictos «cuando, tras la carga de la división, vino el impacto de la unificación».
Merkel destacó que esta consideración es algo que debería tenerse en cuenta en el oeste de Alemania.
El 9 de noviembre, Alemania cumple también 30 años de la caída del Muro de Berlín, lo que dio impulso a un proceso que finalmente condujo a la reunificación de los antiguos estados de Alemania Oriental y Occidental el 3 de octubre de 1990.
Kiel (Alemania), 3 oct (dpa)
