Es un problema muy común en las grandes ciudades: a pesar de los contenedores y basureros que se encuentran en cada vecindario, todavía hay mucha gente que deja su basura o los mueles viejos en la calle.
Es por eso que la ciudad de Pforzheim, situada en el estado federal de
Baden-Württemberg, quiere poner fin a todo esto. Cada semana dos empleados se dedican a revisar las calles y controlar que la basura se tire en el lugar correspondiente.
Cualquiera que se deshaga de su basura de forma incorrecta podrá enfrentarse incluso a multas. Sin embargo, se hará una excepción en los casos en los que se proceda erróneamente por falta de información.
Este sistema ha despertado opiniones de todo tipo, aunque aseguran que está teniendo éxito. «Ya nos hemos asegurado de que algunos puntos calientes ya no se ensucien durante el día. […] El objetivo es revisar en la noche y en las horas nocturnas», dice Franz Hucker, uno de los dos vigilantes de residuos.
