La canciller alemana, Angela Merkel, sugirió hoy que Alemania podría pasar a una nueva fase en las medidas para contrarrestar la propagación del coronavirus.
«Podemos hacer la transición hacia una nueva fase», citaron a la mandataria participantes en la teleconferencia que celebra con los jefes de gobierno de los 16 estados federados sobre la situación actual de los contagios y el posible levantamiento de restricciones.
Un proyecto de resolución para las conversaciones al que tuvo acceso dpa indica que los pasos hacia una mayor apertura se darían por etapas.
De acuerdo con esta propuesta, la nueva ronda de flexibilización de las restricciones podría estar ligada a una incidencia estable de 100 casos por cada 100.000 habitantes en siete días.
De ser así, los comercios podrían abrir sus puertas utilizando el sistema de cita previa. Los museos, galerías, zoológicos y jardines botánicos también podrían abrirse «para los visitantes con reserva previa».
También plantea el borrador restricciones de contacto más laxas como que dos hogares podrían reunirse en grupos de hasta cinco a partir de la próxima semana.
Los estados han comenzado a enviar a los escolares de vuelta a las aulas en las últimos días. Las peluquerías volvieron a abrir el lunes en Alemania.
Políticos y científicos han advertido de que en Alemania se están extendiendo variantes peligrosas del coronavirus, sobre todo la cepa B.1.1.7, identificada por primera vez en el Reino Unido.
Merkel y los primeros ministros también debatirán la propuesta de poner en marcha las pruebas de antígeno a nivel masivo.
Al mismo tiempo, el Gobierno alemán ha prometido acelerar las vacunaciones tras las críticas recibidas por el lento ritmo de la campaña y por las crecientes existencias de vacunas de Astrazeneca sin utilizar.
«Ahora tenemos al 5 por ciento de los alemanes vacunados con una primera dosis. Pero seguro que necesitamos más velocidad», dijo esta mañana el ministro de Salud, Jens Spahn, a la emisora pública ARD a primera hora del miércoles.
Alemania también trata de impedir que entren en el país variantes más peligrosas del coronavirus, prohibiendo la entrada de personas procedentes de determinadas regiones, incluidas la vecina República Checa, la región austriaca del Tirol y el departamento francés de Mosela. La medida ha sido criticada por la Unión Europea.
Berlín, 3 mar (dpa)
